“Interceptamos con éxito varios vehículos aéreos no tripulados en el aire, dentro de un rango de más de un kilómetro (0,6 millas). Este es un logro tecnológico revolucionario y es fundamental para un mayor desarrollo de nuestro sistema láser de alta potencia en el aire”, señaló el jefe del equipo de investigación y desarrollo de Defensa, el general en la reserva Yaniv Rotem, en comunicado.
En tres años tendrán un prototipo completamente funcional del láser montado en un avión, sin embargo, agregó, una versión terrestre del sistema, capaz de derribar cohetes y proyectiles de mortero, además de drones, empezará a ser usada por el Ejército a finales de 2024.
“Realizaremos una prueba operativa a finales de este año. Y si funciona, dentro de tres años tendríamos un láser en el área de Gaza”, detalló.
Según el Ministerio de Defensa, el beneficio de tal láser, tanto en el aire como en tierra, es que el costo por intercepción es insignificante en comparación con el de los misiles interceptores del sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro, cada uno de los cuales cuesta decenas de miles de dólares. Siempre que haya una fuente constante de energía para el láser, no hay riesgo de quedarse sin munición.