El exdirector del Servicio Penitenciario Federal (FSIN, por sus siglas en ruso) Alexandr Kaláshnikov fue destituido por su propia petición, no por el escándalo de torturas en el sistema penitenciario ruso, declaró el portavoz del Kremkin, Dmitri Peskov.
“Yo no establecería ningún vínculo directo. Fue una solicitud personal del jefe del Servicio Penitenciario Federal”, dijo Peskov ante la prensa.
El jueves, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, despidió a Kaláshnikov y designó al viceministro del Interior Arkadi Góstev, como nuevo director del FSIN.
El pasado mes de octubre, el proyecto pro derechos humanos Gulagu.net anunció haber sacado del país más de 40 gigabytes de vídeo, fotos y otros documentos que revelaron la práctica de palizas, abusos sexuales y torturas en el sistema penitenciario ruso.
Algunos de estos vídeos espeluznantes, grabados en un hospital penitenciario para tuberculosos, en la provincia de Sarátov y en prisiones de otras regiones de Rusia, muestran a reos golpeados, sodomizados y sometidos a otros abusos.
El escándalo derivó en la apertura de casos penales y decenas de cargos penitenciarios fueron sometidos a severas medidas disciplinarias o despedidos, entre ellos el director del hospital en cuestión.
El 12 de noviembre, el Consejo de Seguridad, junto con el Ministerio de Justicia, la Fiscalía General, el Ministerio del Interior, el Servicio Federal de Seguridad, la Guardia Nacional y el FSIN, examinaron medidas para perfeccionar el sistema penitenciario ruso y abordaron la implementación del Concepto de desarrollo del sistema hasta 2030.
Ese mismo día, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, destacó la necesidad de investigar todos los delitos que se cometen dentro del sistema penitenciario del país.
El FSIN y la Fiscalía General siguen investigando los episodios que aparecen en las grabaciones.