“La guerra comercial entre China y Estados Unidos ha tenido efectos negativos mas allá de sus fronteras. Las exportaciones en Colombia cayeron 11,6% en el mes comparado con el año pasado. Las caídas en el sector minero y de energía no fueron recuperadas por el alza en la agricultura y otros sectores”, señaló Alfonso Esparza, analista senior de mercado de América Latina de Oanda.
En el caso colombiano, los hogares pueden verse afectados debido a un eventual aumento de la inflación, que va del 11 al 15 % tras la actualización de febrero de 2019. Junto a ellos los más afectados son los importadores, pues sus compras se encarecen, así como quienes tienen deudas en dólares, o los viajeros al exterior.
Se esperaría que los exportadores aprovecharan la situación, pero los indices del DANE muestran una caída del más de 11 % en agosto, de éste sector.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha desestimulado el comercio mundial y arrastrado las monedas de los emergentes, así como al temor de un brexit sin acuerdo, hace que el panorama del dolar sea negativo para la mayor parte de las economías del mundo.
Hoy la tasa representativa del mercado vigente llegó a los 3.491,29 pesos, y es, hasta ahora, el récord histórico, que podría romperse de nuevo si se mantiene el promedio visto en la mañana. Por ahora la cifra más alta por la divisa norteamericana había sigo de 3.477,53 pesos, el 29 de agosto, y el 6 de agosto había alcanzado una marca de 3.459,47 pesos. Antes de eso, el máximo había sido el del 12 de febrero del 2016, cuando la TRM fue de 3.434,89 pesos.
Mientras que la guerra económica se mantenga, las crisis políticas en países como Perú y Argentina, sin contar a Venezuela que sale de cualquier análisis posible, Ecuador que se endeuda nuevamente y en general donde haya crisis e inestabilidad, se generan más salidas de capitales, porque a la gente se le dispara la aversión al riesgo.
Por ahora la crisis se mantendrá y el dolar seguirá en alza, en muy buena parte por las incertidumbres sobre la economía del planeta por la desaceleración del crecimiento y los erráticos diálogos comerciales entre China y Estados Unidos.
Fuentes: La República, El Tiempo.