Daniela Rosero Portilla- Estudiante de Comunicación social – Uniminuto Suroccidente
La creciente ola de inseguridad en la ciudad de Santiago de Cali tiene a sus habitantes sumidos en la preocupación y el desconcierto. En busca de una solución, la comunidad clama por más presencia policial, mientras se multiplican los informes de víctimas heridas, riñas y actos delictivos en áreas críticas, en especial en el centro y el norte de la ciudad. La inseguridad ha alcanzado niveles tan alarmantes que los residentes se sienten desesperados.
La difusión constante de videos en redes sociales que muestran robos y actos delictivos ha arrojado luz sobre la magnitud del problema. Estas imágenes reflejan la ausencia de una respuesta adecuada por parte de las autoridades y una percepción de falta de control público. La frustración ha llegado al punto en el que los ciudadanos, ante la ausencia de una respuesta inmediata por parte de las instituciones gubernamentales, han comenzado a tomar la justicia en sus propias manos. Algunos recurren a armas y objetos improvisados para proteger sus vidas y propiedades, incluso llegando al punto de capturar a los delincuentes y tomar medidas drásticas, como la golpiza, en un intento desesperado de garantizar su seguridad.
Es evidente que los caleños están agotados y ansían justicia. Las personas que perpetran estos delitos no solo buscan bienes ajenos, sino que también recurren a la violencia y, en ocasiones, incluso al homicidio. La comunidad está llegando a un punto de quiebre.
Además, la inseguridad en la ciudad se ha centrado en áreas específicas, con un enfoque particular en las muertes violentas y los robos en las vías públicas. Las zonas más afectadas suelen ser los cruces viales y los semáforos, donde los delincuentes aprovechan el momento en que los vehículos, en especial los particulares, hacen una parada. Durante esta breve pausa, los criminales en motocicletas evalúan a los conductores y buscan identificar posibles objetivos de valor en los vehículos. Es en estos momentos de vulnerabilidad donde cometen sus delitos, a menudo resultando en heridas a personas inocentes.
La inseguridad en Santiago de Cali es un problema urgente que requiere una acción decidida. Los ciudadanos están clamando por medidas efectivas que les proporcionen seguridad y justicia. La solución no solo debe abordar la presencia policial, sino también las causas subyacentes de la delincuencia. Es vital que las autoridades y la comunidad trabajen juntas para restaurar la confianza en la seguridad pública y garantizar que los habitantes de la ciudad puedan vivir sin miedo a la violencia.