Con un 20 por ciento de la población completamente vacunada, Italia reporta una neta disminución de contagios con el coronavirus y por fin se atreve a levantar las múltiples restricciones impuestas el pasado otoño.
Después de meses de lucha desesperada contra el coronavirus, en Italia los temores y preocupaciones ceden el puesto a un optimismo cauto.
Entre el 23 y el 30 de mayo el país mediterráneo sumó 23.836 contagios, un cuarto menos respecto a la semana anterior y cuatro veces menos en comparación con las cifras de mediados de abril. En las unidades de cuidados intensivos la cuota de los enfermos del covid-19 descendió del 41 al 12 por ciento en los últimos dos meses, mientras los decesos pasaron de un total de 11.461 en el mes de abril a 5.239 en mayo.
UNA VACUNACIÓN QUE SE ADAPTA
Estos cambios notables se deben en primer lugar a la campaña masiva de vacunación. A mediados de marzo el primer ministro Draghi estableció el objetivo de llegar a medio millón de inyecciones al día: entonces parecía demasiado ambicioso, pero ahora ya es realidad.
Inicialmente la vacunación debía completarse por categorías definidas por criterios de edad y de estado de salud, con lo cual tenían la prioridad los más ancianos y los que sufrían de patologías graves. Una vez que se alcanzó un nivel suficiente en estos grupos, las autoridades, en vez de esperar su vacunación completa, empezaron a suministrar los fármacos anticovid a las categorías de menor riesgo.
Otro cambio importante consistió en concentrar los esfuerzos en la administración de la primera dosis, que ya asegura una protección bastante alta contra el contagio. Si a principios de la campaña la segunda inyección se hacía tres semanas después de la primera, en los meses sucesivos este plazo poco a poco se extendió, hasta que a finales de mayo el Ministerio de Sanidad recomendó a las autoridades sanitarias locales ampliarlo hasta 78 días. Como resultado, actualmente la cifra de los completamente vacunados (11,8 millones) es dos veces menor que la de los que han recibido la primera dosis (22,6 millones).
Las autoridades quieren mantener el ritmo alcanzado, con lo cual a partir del 3 de junio los ciudadanos podrán acceder a la vacunación independientemente del criterio de edad. Además, a partir el mes de junio los italianos podrán inocularse no sólo en los hospitales y centros médicos, sino también en miles de farmacias autorizadas: la formación de los farmacéuticos a nivel nacional ya está completada.
CADA VEZ MENOS RESTRICCIONES
La rápida vacunación mejora la situación epidemiológica, lo que permite al Gobierno italiano revisar sus planes en cuanto a la relajación de las medidas anticovid.
A partir de este martes volverán a abrir los gimnasios y piscinas. Algo que, según la Confederación Nacional de Cultivadores Directos (Coldiretti), los italianos esperan con ansias. El 44 por ciento de ellos confiesa haber engordado durante los meses del confinamiento y se declara entusiasta de poder volver a hacer deporte.
En el sector de restauración, los bares y restaurantes servirán a los clientes no sólo al aire libre, sino también en espacios cerrados.
La Coldiretti afirma que este verano los italianos y los turistas extranjeros asaltarán los 360.000 locales del país, gastando en desayunos, almuerzos y cenas unos 30.000 millones de euros. A partir del 21 de junio podrán hacerlo sin preocuparse de respetar el horario del toque de queda, que por fin será eliminado.
Entonces, ¿Italia vuelve a la vida precovid? Casi. La obligación de mantener la distancia social y de usar la mascarilla se mantiene, aunque ya ahora muchos la llevan de manera que apenas les cubre la boca o ni siquiera la sacan del bolsillo, incluso en los lugares donde se concentra la gente.
El levantamiento de las restricciones promete una recuperación rápida de la economía y un regreso a la normalidad. A diferencia de 2020, cuando tras los relajados meses estivales llegó la segunda oleada del coronavirus, este año cabe esperar que con la vacunación masiva, la pandemia, que se cobró la vida de más de 125.000 italianos, pase definitivamente a la historia.