Por: Daniel Rojas Chía
Desde hace varios años el cine colombiano ha explorado en temáticas diferentes a las del narcotráfico, acercando sus producciones a historias distintas que hagan visibilizar a las producciones nacionales de manera diferente en el ámbito internacional. Buenas historias de parte de directores y directoras nuevas se han hecho notar en festivales alrededor del mundo teniendo reconocimientos, eso sí, sin perder el enfoque de la realidad de un país lleno de conflictos y desigualdades sociales.
Uno de los géneros menos abordados por el cine colombiano dentro de su filmografía es la acción y aún más si se combina con el thriller, pero con riesgos y un muy buen diseño de producción el director de cine Yesid Leone logra armar la que hasta ahora sería, la película colombiana de acción, al mejor estilo de las grandes producciones de Hollywood.
La cinta nos muestra a Joaquin Lara, (Osvaldo de León) un Hombre exitoso en los negocios, sin embargo, mientras cenaba en un prestigioso restaurante de la ciudad se encuentra con su exnovia Nina Nadal (María Fernanda Yepes ) quien pronto se irá del país para rehacer su vida en el exterior. El encuentro transcurre en calma
hasta que Joaquin recibe una serie de misteriosos mensajes en su teléfono, en los que se le exige publicar unas evidencias en aquel lugar y así dejar al descubierto algunos secretos oscuros de ciertas personas allí presentes también. De lo contrario, se le advierte que la mujer que lo acompaña “Nina” será asesinada una vez salga del restaurante si él no cumple con el objetivo. Comienza así un interesante juego en un cerrado lugar público donde la vida de todos parece estar en peligro.
La narración desde un principio es ágil y ya muestra lo que propone desde el primer corte de tiempo, subiendo la intensidad mientras avanza, entrelazando momentos puntuales de varios personajes desde un mismo espacio, obligando al espectador a no desconectarse de la gran pantalla ya que puede perderse de algo importante.
La manera de entrelazar las historias, a los personajes y hacer que todos sean sospechosos para darle ritmo a la película, es valiosa desde el punto de vista cinematográfico y aún más por tomar el riesgo dentro de las narraciones del cine colombiano. Leone logra desarrollar una propuesta que necesitaba el cine nacional con una historia atractiva, que logra captar la atención del espectador y lo mantiene activo dentro la historia.
Técnicamente la película colombiana logra construir por medio de su edición, el ritmo que necesita, gracias a sus continuos cortes y rápidas miradas desde varios puntos de vista donde también logra por momentos que sus personajes refuercen la agilidad de las imágenes. Personalmente, siento que es desafortunado que por
momentos ciertas secuencias se vean forzadas y sobre actuadas, aunque es agradable la conclusión que se le da, sorprendiendo al espectador, aunque algunas actuaciones no son lo suficientemente convincentes.
Lo que no se puede negar en ningún momento, es que Línea de tiempo le entrega una visión fresca y necesaria al cine colombiano cuando el género de acción, tan poco explorado en el país, necesitaba de proyectos de buena factura como este para estar en cartelera y seguir cautivando nuevas audiencias y consolidar las que ya estaban.
Yesid Leone hace una película valiente, entretenida y versátil que definitivamente vale la pena ver en cines y con el mejor sonido para disfrutar del trabajo de un gran equipo que entrega al público la mejor película de acción colombiana hasta ahora. Disfrútela.