El movimiento talibán (reconocido como terrorista y prohibido en Rusia), que se encuentra en el poder en Afganistán, prohibió en ese país el uso de divisas extranjeras debido a la difícil situación económica, reveló este martes el portavoz del movimiento Zabihullah Mujahid.
“La situación económica del país y los intereses nacionales requieren que todos los afganos usen solo el afgani (la moneda afgana) en cualquier transacción”, dijo el portavoz del talibán en un comunicado publicado en Twitter, en el que llamó a “abstenerse de usar divisas extranjeras”.
De acuerdo con el decreto de las autoridades, los infractores serán llevados ante los tribunales.
Anteriormente, el canal de televisión Tolo News, citando fuentes informadas, aseguró que el Banco Central de Afganistán emitió un decreto sobre la entrega de remesas solo en la moneda local, para preservar los dólares estadounidenses, cuya escasez afecta el país.
El movimiento talibán llegó al poder en Afganistán a mediados de agosto y las Fuerzas Armadas estadounidenses completaron su retirada del país el 30 de agosto, poniendo fin a la presencia militar de las tropas occidentales de casi veinte años.
Tras el regreso de los talibanes, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional suspendieron la ayuda financiera al gobierno afgano, que anteriormente representaba casi el 75 por ciento del gasto público de Afganistán, mientras que EEUU congeló miles de millones de dólares en activos pertenecientes al Banco Central del país centroasiático.
En ese momento, los activos de Afganistán alcanzaban unos 9.000 millones de dólares en moneda extranjera, más de 7.000 millones de dólares estaban en bancos estadounidenses.
El portavoz del talibán Suheil Shaheen afirmó previamente a Sputnik que las nuevas autoridades del país pidieron a EEUU que descongelara los activos extranjeros de Afganistán, ya que estos fondos son necesarios para brindar ayuda humanitaria a la población.
A fines de septiembre, el Departamento del Tesoro estadounidense anunció que permitía al Gobierno, a las ONG y a algunas organizaciones internacionales, incluida la ONU, realizar transacciones financieras limitadas con los talibanes sancionados y con la red terrorista Hakkani (proscrita en Rusia como organización terrorista), con el objetivo de aliviar la situación de los afganos.