“Tenían que retirar sus tropas de Afganistán y ya han violado los plazos prescritos en el acuerdo de Doha. Luego se anunció que retirarían todas sus fuerzas para el 11 de septiembre, por lo tanto deben hacerlo a tiempo, nos comprometemos a no atacarlos”, dijo Shaheen en una entrevista con la cadena Sky News.
Del 6 al 14 de agosto, los talibanes se hicieron con el control de todas las capitales provinciales y el día 15 entraron en Kabul, ocupando todas las instalaciones clave a excepción del aeropuerto donde miles de personas, bajo protección de las fuerzas estadounidenses y en medio del caos y el pánico generalizados, esperan la primera oportunidad para salir de Afganistán.
Las evacuaciones se complican porque la Administración de Aviación Civil de Afganistán reservó el uso del espacio aéreo de Kabul a los militares, cerró hasta nuevo aviso las instalaciones civiles del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai y recomendó a las aerolíneas que vayan por rutas alternativas para no sobrevolar la capital afgana.
La ofensiva rebelde contra las tropas gubernamentales concluyó dos semanas antes de la finalizar la retirada de Estados Unidos y sus aliados, tras dos décadas de presencia militar en Afganistán.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, abandonó el país y se encuentra en paradero desconocido.
De momento, las funciones ejecutivas quedaron en manos de un consejo de transición, pero los islamistas ya descartaron establecer un gobierno de transición, dejando claro que aspiran a un “traspaso completo”.