Los manifestantes expresaron su preocupación por los problemas ambientales y de salud relacionados con el manejo de residuos en el área.
El relleno sanitario Doña Juana, ubicado en el sur de Bogotá, ha sido nuevamente el epicentro de protestas que han paralizado la movilidad en sectores aledaños. Este martes, las manifestaciones, encabezadas por habitantes de las comunidades vecinas, bloquearon varias vías principales, denunciando las condiciones ambientales precarias que, según ellos, han deteriorado significativamente su calidad de vida.
Los manifestantes han señalado que los problemas asociados con Doña Juana van más allá de los malos olores y la presencia de insectos. Según sus declaraciones, la gestión inadecuada de residuos en el relleno ha generado una serie de problemas de salud pública, incluyendo enfermedades respiratorias y dermatológicas, afectando especialmente a niños y ancianos. “Vivimos rodeados de basura y contaminantes. Las promesas de mejora nunca se cumplen, y mientras tanto, nuestra salud sigue empeorando”, comentó un residente durante la protesta.
Según el DANE, Bogotá genera aproximadamente 7,500 toneladas de residuos sólidos al día, de las cuales una parte significativa es destinada al relleno sanitario Doña Juana. Este sitio, que ha operado desde 1988, ha enfrentado múltiples crisis a lo largo de los años, incluyendo deslizamientos de tierra y fugas de lixiviados, que han empeorado la percepción pública sobre su manejo.
En respuesta a las protestas, la Alcaldía de Bogotá ha reiterado que se están implementando planes de mejora en la infraestructura del relleno, incluyendo la instalación de nuevas tecnologías para mitigar los malos olores y la optimización del tratamiento de lixiviados. Sin embargo, los habitantes aseguran que las medidas adoptadas hasta ahora son insuficientes. Según la Contraloría General de la República, el relleno ha operado al límite de su capacidad, lo que ha generado dificultades en su operación eficiente y segura.
Las consecuencias de las protestas no se han limitado al ámbito local. El bloqueo de vías en el sector ha afectado la movilidad de miles de personas que transitan diariamente por la zona, generando atascos vehiculares y retrasos en el transporte público. La Secretaría de Movilidad de Bogotá informó que las rutas alternativas también han sufrido congestiones significativas, exacerbando la situación.
La alcaldía ha convocado a una mesa de diálogo con los líderes de la protesta, buscando encontrar soluciones a corto y largo plazo para la crisis en Doña Juana. Sin embargo, los manifestantes han sido claros en que no levantarán los bloqueos hasta que se presenten medidas concretas que garanticen la mejora en sus condiciones de vida.
La situación actual subraya la necesidad de revisar las políticas públicas relacionadas con la gestión de residuos sólidos, para asegurar que se realicen con un enfoque que priorice tanto la salud pública como la sostenibilidad ambiental.
