La medicina tradicional es parte de la identidad y la memoria de los pueblos indígenas. En Ceima Cachivera tiene un significado profundo que va más allá de lo físico, hay una conexión espiritual y cultural con la naturaleza. Cada planta y cada práctica son parte de un tejido vivo que une a las personas con la tierra, el río, la selva, los ancestros y el equilibrio del mundo. Medicinas como el yopo y el mambe sanan el cuerpo, y también el pensamiento. Tanto en la chagra como en el huerto, cada planta tiene espíritu y propósito, y por eso se pide permiso para recolectarla, porque la selva es un ser vivo. El uso de las plantas para sanar está guiado por los sabedores, ellos conocen los cantos y rituales que acompañan el proceso de sanación.
Yopo
Para la comunidad el yopo no es solo una planta. Es como un abuelo sabio, un espíritu antiguo que vive en las semillas del árbol y que nos habla cuando lo escuchamos con respeto. Crece en la tierra cálida de la chagra, donde el sol lo acaricia y los ríos le cantan. Su fuerza no está solo en la planta, sino en el proceso cargado de amor y respeto para interpretar el mensaje que trae desde el mundo invisible. Cuando prepara el yopo, lo hace con cuidado, en silencio. Lo tuesta, lo mezcla con ceniza de conchas o de otros árboles sagrados y después se asegura de pulverizar hasta lograr un polvo fino. Una vez está listo, lo sopla recíprocamente con su padre, en las narices para que entre por el aliento, que es el camino del alma. No es para jugar ni para curiosear. Es para ver con los ojos del corazón, para hablar con los espíritus del monte, con los ancestros, con la naturaleza que nos enseña. El yopo muestra visiones, limpia el pensamiento, revela mensajes en sueños. Así lo usan desde hace mucho tiempo, y así lo siguen cuidando, porque el yopo no es solo medicina del cuerpo, sino medicina del espíritu.
Mambe
El mambe es una forma de resistencia simbólica, reivindica el uso sagrado y ancestral de la planta de coca. Se elabora a partir de la hoja de coca tostada y pulverizada, mezclada con ceniza de yarumo u otros árboles sagrados. Se consume tradicionalmente en reuniones comunitarias, solo o acompañado del ambil, una pasta espesa hecha de tabaco. Se considera una planta maestra porque su consumo estimula la mente y la palabra, facilita el pensamiento profundo, la reflexión y el diálogo. Es usado por sabedores y mayores para transmitir conocimiento ancestral. Es un polvo verde que activa la palabra y la sabiduría.
Huerto Medicinal
La comunidad de Ceima Cachivera ha desarrollado, a lo largo de generaciones, un conocimiento profundo y sagrado sobre las plantas medicinales, las utilizan no solo para curar enfermedades físicas, sino también para restaurar el equilibrio espiritual y emocional. Este saber ancestral es parte esencial de su cosmovisión y de su relación armónica con la selva. Tienen un huerto en el que se consigue alivio para picaduras de animales, para desintoxicar el cuerpo, aliviar dolores o inflamaciones, realizar rituales y armonizaciones, e incluso algunas plantas ayudan a atraer la buena suerte.








