Los acuerdos sobre el alto el fuego en Nagorno Karabaj, alcanzados hace un año por los líderes de Rusia, Armenia y Azerbaiyán, se cumplen en general, según la Cancillería rusa.
“Hoy en día podemos observar que los acuerdos establecidos en la declaración del 9 de noviembre de 2020 se están cumpliendo en general”, dice el comunicado en ocasión del primer aniversario de la declaración tripartita sobre el cese del fuego en la zona del conflicto.
La nota agrega que las fuerzas de paz rusas contribuyen significativamente a la estabilidad de la situación y la seguridad en la región, lo que valoran mucho Armenia y Azerbaiyán. Gracias a los pacificadores rusos, se indica, desde el 2 de diciembre de 2020 se logró la devolución de 122 prisioneros de guerra y detenidos. Además, alrededor de 53.000 refugiados regresaron a sus hogares.
Rusia, según el texto, continúa prestando asistencia humanitaria a las regiones afectadas por el conflicto. Se llevan a cabo obras para “restaurar la infraestructura vital”, así como se atienden las necesidades básicas de los habitantes.
Moscú, destaca el comunicado, considera importante que se alivien las tensiones en la frontera entre Azerbaiyán y Armenia y se inicie lo antes posible el proceso de su delimitación. También es necesario afrontar los retos sociales y económicos con el apoyo de instituciones internacionales como la Cruz Roja y la Unesco.
Las hostilidades en Nagorno Karabaj, que volvieron a estallar a fines de septiembre de 2020 y provocaron miles de muertos durante un mes y medio de combates, cesaron el 10 de noviembre de 2020 en virtud de una declaración adoptada por los líderes de Armenia, Azerbaiyán y Rusia.
Por acuerdo entre las partes, Rusia envió fuerzas de paz a la zona del conflicto, por cinco años en un principio. El contingente, de unos 2.000 efectivos, se desplegó paralelamente a la retirada de fuerzas armenias desde los distritos azerbaiyanos de Agdam, Kelbecer (Kalbajar) y Lachín, ocupados durante la guerra de 1992-1994.
Conforme a la declaración tripartita, los bandos en conflicto han de permanecer en sus posiciones actuales, realizar un intercambio de prisioneros de guerra, otros detenidos y cuerpos de los caídos.