El alcalde Galán anunció que la medida les permitirá a los ciudadanos y a los municipios aledaños disfrutar de jornadas completas sin cortes de agua, en respuesta a la mejoría en los niveles del embalse Chingaza.
Según Galán, las lluvias recientes han incrementado significativamente el volumen de agua en el sistema Chingaza, que alcanzaron un nivel del 42.83%, que significa un añadido de 14.280.000 metros cúbicos de agua al sistema. Este aumento, combinado con las medidas de restricción implementadas desde abril, ha permitido estabilizar la disponibilidad de agua en la región.
La nueva rotación implica un ciclo de 18 días, con nueve días de restricción y nueve días sin ninguna restricción. “No será cada día una zona diferente. Tendremos un día con restricción en una zona, al día siguiente ninguna zona de Bogotá tendrá restricciones, luego la zona dos tendrá restricción, y así sucesivamente”, explicó Galán.
Las fechas específicas de racionamiento se distribuyen de la siguiente manera:
Lunes, 1 de julio: turno 1 de racionamiento.
Martes, 2 de julio: no habrá medida de racionamiento.
Miércoles, 3 de julio: turno 2 de racionamiento, y así hasta el miércoles 31 de julio.
El anuncio llevó a que la Defensoría del Pueblo se pronunciara, que señaló la necesidad de acciones planificadas a largo plazo para evitar futuros desabastecimientos de agua. La entidad insistió en la importancia de cumplir con las directrices de la Organización Mundial de la Salud en la gestión del recurso hídrico.
“La Defensoría del Pueblo reitera su alerta de mayo de este año: si no se actúa de manera planificada y articulada, los habitantes podrían enfrentarse a escenarios de desabastecimiento de agua que llegarían incluso a ser más agudos”, señaló la entidad en un comunicado.
Esta medida llega en un momento crucial, ya que la ciudad de Bogotá y los municipios aledaños han estado lidiando con las consecuencias de la escasez de agua desde principios de este año. La capital ha implementado varias estrategias para mitigar la situación, incluyendo campañas de concienciación sobre el uso responsable del agua y el fortalecimiento de infraestructuras hídricas.
Estas medidas buscan construir una cultura de uso sostenible y responsable del agua en la región, preparándose mejor para enfrentar los retos climáticos y ambientales futuros.
