Luego de conocer los resultados de las votaciones en Venezuela, de los hechos violentos que han ocurrido en ese país, de la inmensa migración, de los problemas de pobreza, desempleo y anarquía, el Papa Francisco les solicita a los actores políticos, y en particular al gobierno, que asegure el pleno respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.
En un comunicado enviado por la Secretaría del Estado Vaticano, también pide que se respete la vigente Constitución. El Papa, además, asegura su constante oración por Venezuela y sus habitantes, mientras invita a los fieles de todo el mundo a rezar intensamente por esta intención.
En septiembre, el Papa Francisco estará en Colombia y se tiene prevista una reunión en la Nunciatura con delegados de la curia venezolana para buscar posibles soluciones y para enviar un mensaje a los actores políticos de la crisis.
Ante esta situación la Iglesia colombiana ha puesto un servicio de ayudas en Cúcuta para los venezolanos que han cruzado la frontera y el gobierno nacional ha contribuido con el drama de salud, socorriendo a miles de enfermos que no encuentran soluciones en su país.
El comunicado
La Santa Sede manifiesta nuevamente su profunda preocupación por la radicalización y el agravamiento de la crisis en la República Bolivariana de Venezuela, por el aumento de los muertos, de los heridos y de los detenidos. El Santo Padre, directamente y a través de la Secretaría de Estado, sigue de cerca dicha situación y sus implicaciones humanitarias, sociales, políticas, económicas e incluso espirituales. Asimismo, asegura su constante oración por el País y por todos los venezolanos, mientras invita a los fieles de todo el mundo a rezar intensamente por esta intención.
Al mismo tiempo, la Santa Sede pide a todos los actores políticos, y en particular al Gobierno, que se asegure el pleno respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, como también de la vigente Constitución; se eviten o se suspendan las iniciativas en curso como la nueva Constituyente que, más que favorecer la reconciliación y la paz, fomentan un clima de tensión y enfrentamiento e hipotecan el futuro; se creen las condiciones para una solución negociada de acuerdo con las indicaciones expresadas en la carta de la Secretaría de Estado del 1 de diciembre de 2016, teniendo en cuenta el grave sufrimiento del pueblo a causa de las dificultades para obtener alimentos y medicamentos, y por la falta de seguridad.
La Santa Sede dirige, finalmente, un apremiante llamamiento a toda la sociedad para que sea evitada toda forma de violencia, invitando, en particular, a las Fuerzas de seguridad a abstenerse del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza