Por: Andrés Felipe Hernández y Angie Ximena Carreño
La Policía Nacional de Colombia se fundó el 5 de noviembre de 1891 por Carlos Holguín Mallarino, con el propósito de brindar seguridad en el país, jurando lealtad a la patria y comprometiéndose a cuidar de cada uno de los colombianos. Estos funcionarios públicos ejercen un poder, un poder que se ve opacado por corrupción, abuso y asesinato.
La Policía Nacional en la sociedad actual, se ve identificada como el organismo de control que aparte de cuidar ha generado una revolución de controversias, ya que al momento de ejercer su labor ellos se aprovechan de esa autoridad para violentarla, si todo no sale a su favor. Esto por medio de extorsiones, sobornos y amenazas.
119 son los abusos registrados durante las manifestaciones del año 2020, cuando la ciudadanía cansada de la institución decide salir a las calles y realizar movilizaciones en contra de las leyes que fueron establecidas injustamente, a sus exigencias solo hubo una respuesta y fue la represión que realizaron los agentes del ESMAD enviados por el Gobierno. Convirtiendo así, la ciudad en un campo de guerra entre agentes y civiles, en el cual lastimosamente resultaron heridas varias personas.
El martes 8 de septiembre del 2020, se registró un caso de abuso policial en el barrio Villa Luz en Bogotá, teniendo como prueba irrefutable un video, en el que se evidencia cómo maltratan a Javier Ordoñez, siendo mancillado, golpeado y electrocutado con Taser (un arma de electrochoques), hasta el punto de dejarlo inconsciente, posteriormente se llevan a Javier al CAI de Villa luz, donde relatos comentan que fue golpeado por los agentes hasta provocarle la muerte. La comunidad al enterarse se indigna por el hecho y convoca a una marcha masiva en contra del abuso Policial.
Sin duda la revuelta formada por civiles fue muy grande, todos clamando justicia, y con mano fuerte comenzaron a ocasionar disturbios, confrontaciones al frente de los CAI.
La policía sin diplomacia y sin reconocer sus errores como institución, salieron a las calles a fomentar aún más la violencia, reprendiendo a los indignados civiles, como una máquina de destrucción arrasaban con lo primero que veían, así fue atacado Nelson Olarte, un civil que se encontraba llegando de su jornada laboral, fue víctima de un ataque y abuso de poder.
Todo ocurrió cerca al CAI de la Serena, cuando los agentes de Policía salieron a disipar a los manifestantes de manera agresiva, un operativo del cual Nelson no pudo salir ileso, cuando el salió a correr recibió un impacto en la parte baja de la espalda, que lo hizo caer y rodeado por varios agentes fue acorralado y golpeado, de repente recibió otro impacto en su cabeza, recuerda que después del impacto uno de los oficiales dijo “ya, déjenlo sano que ya lo cascamos” así se retiraron y él se pudo levantar, recogió las compras del almuerzo, salió nuevamente a correr y cuando llego a su casa se desmayó de la adrenalina y los golpes recibidos.
Fotografía tomada por: Nelson Olarte 
Fotografía tomada por: Nelson Olarte
El hecho ocurrido durante la protesta dejó a varios civiles lesionados a manos de la Policía Nacional, registrando la ciudad de Bogotá, alrededor de 119 denuncias documentadas por abuso policial; Por otro lado, las estadísticas muestran que la agresión de abuso, se generó más en los hombres que en el resto de la población de género, con un 52%.
En Bogotá las localidades más afectadas por los sucesos fueron Ciudad Bolívar, Rafael Uribe, Los Mártires, San Cristóbal, Bosa y Kennedy. Por todos estos hechos, la población ha dejado de creer y confiar en la fuerza pública, cada 3 de 10 personas, creen que la policía los protege.