Política Pet Friendly: ¿Una tendencia superficial o un cambio real?
Por. Carlos Andrés Vidal Martínez
En los últimos años se ha observado un creciente interés por la tendencia pet friendly, que consiste en la inclusión de las mascotas en las actividades cotidianas de las personas. Esta tendencia ha tenido un impacto significativo en el ámbito político, donde cada vez más partidos y candidatos se posicionan a favor de las políticas que protegen a los animales.
Sin embargo, es importante evaluar si esta posición es genuina o si se trata de una estrategia electoral para ganar votos. Un indicador legítimo es el hecho de que tengan una propuesta concreta para proteger a los animales del abandono, el maltrato y la falta de acceso a servicios básicos.
Así como, constatar si los partidos y los candidatos tienen un historial de apoyo a las causas animalistas. Esto puede demostrar que su compromiso con la protección animal o, por el contrario, como ya se mencionó son estrategias para ganar votos y no estar respaldada por acciones concretas.
Las políticas pet friendly tienen un impacto positivo en la vida de las mascotas y sus dueños. Por un lado, contribuyendo a garantizar que las mascotas tengan acceso a los servicios básicos, como la atención médica. Por otro lado, promueven la convivencia armoniosa entre las personas y los animales.
Maltrato animal, tauromaquia, abandono y fauna silvestre son algunos de los temas que se han discutido en el Congreso de la República de Colombia. Iniciativas de ley que involucran debates científicos, éticos y culturales. Debido a la nula comunicación entre los congresistas, Algunos proyectos ya han sido radicados y otros que tienen objetivos equivalentes, que hubiesen sido parte de una misma decisión, ya que se diluye el esfuerzo legislativo y se genera un debate fragmentado.
Este 29 de octubre de 2023 se realizará los comicios de autoridades locales que permitirán a la ciudadanía colombiana elegir a alcaldes, gobernadores, concejales, diputados a las asambleas departamentales y ediles de las juntas administradoras locales para el periodo 2024 – 2027.
Ante esta situación, surge la pregunta de si las actitudes animales de los candidatos son auténticas o si se trata de una estrategia de marketing para captar el voto de un nicho de ciudadanos.
Por un lado, es posible que algunos candidatos sean animales convencidos y que realmente se preocupen por el bienestar de los animales. En este caso, sus propuestas serán una expresión de sus valores y principios.
Por otro lado, también es posible que algunos candidatos adopten posturas animalistas simplemente para ganar votos. En este caso, sus propuestas serían una estrategia electoral sin un compromiso real con el bienestar animal.
Este es un panorama que permea las formas de hacer política y que desvirtúa el quehacer de un servidor público. Las actividades de los candidatos se centran en el marketing y la imagen, siendo oportunistas y obrando en detrimento de los ciudadanos.
¿Dónde quedó la política centrada en el servicio a la comunidad y en la búsqueda del bien común?. Sumado que ya no existen los entes de control y denuncias, pues estos están alineados a los intereses del gabinete de turno, pues bien reza un refrán popular: “hecha la ley, hecha la trampa”, una expresión que refleja y recoge los imaginarios que configuran un entramado desesperanzador y de dominio.