Por: Daniel Cartagena
Yendo de barrio en barrio, siendo amigo de todos, recibiendo la empanada de un puesto informal de algún sector popular que nunca en su vida comerían ni en la más paupérrima circunstancia. Proclamándose como el verdadero cambio, uno de estos tantos casos es Carlos Fernando Galán en 2023, el candidato del Nuevo Liberalismo para alcalde de Bogotá que prometía devolverle a la ciudad la seguridad que tanto anhelamos los rolos. Galán ganó en octubre del mismo año con más de 1.400.000 votos a su favor, abriendo así las puertas de una nueva esperanza para la integridad de la capital, que, como siempre, termina decepcionando y no va por buen camino en materia de seguridad, al menos en los casi dos años de mandato que lleva.
Según el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), uno de los temas que más preocupa a los ciudadanos es el de la inseguridad, y no es para menos, estamos es una ciudad en la que es preocupante estar por la calle después de ciertas horas de la noche. Así lo demuestra el boletín mensual de la Secretaría Distrital de Seguridad, los momentos donde más ocurren los hurtos a personas son entre la noche y la madrugada de los días viernes y sábado. Ni de fiesta puede salir uno tranquilo.
Y es que el miedo no solo se queda en el hurto a personas, también incluye extorsiones, que han sido protagonistas constantes en esta ciudad. Para el año 2024, este delito aumentó un 64% en comparación con el 2023, que no es poco, mucho menos los homicidios que aumentaron un 11% en contraste con el año anterior. Pero tranquilos, si sirve de consuelo, la tasa de secuestros se mantuvo y fue la misma en ambos años (13 secuestros por año) esto de acuerdo con el Informe Anual de Seguridad presentado por el concejal Julián Espinosa.
¿La culpa es de los demás?

En el año 2014 y como candidato a senador de la República, que por cierto ganó, Galán expresó su preocupación por las extorsiones diciendo que había que dar “soluciones a los problemas de seguridad de los colombianos” durante su campaña. Tal parece que le quedó grande porque la seguridad de los bogotanos, no va muy bien que digamos.
En una reciente entrevista de Galán con La Silla Vacía, Daniel Pacheco (editor general del medio) le preguntó por las estadísticas de los homicidios las cuales muestran una tendencia al alza, el mandatario se justificó bajo la excusa de que el gobierno nacional influye en la seguridad ciudadana con el aumento de hectáreas para la producción de coca, que a su vez se refleja en la inseguridad de las ciudades, pero eso es tema aparte.
Otro argumento para el aumento de dichas tendencias es decir que en la alcaldía anterior (Claudia López) direccionaron pocos recursos en materia de seguridad, porque claro, nunca es culpa de ellos. Galán plantea que se están realizando operativos para desmantelar bandas criminales, esto es de conocimiento público por todos los videos que se suben a redes sociales presumiendo tales hazañas, lo que causa en gran medida parte de la inseguridad y hace que se agiten los episodios de violencia, tanto así que se detonaron dos granadas en menos de un mes en el centro de la ciudad durante el primer trimestre de este año.
Bogotá Camina Segura, las mujeres no.

Un plan de desarrollo integral para la ciudadanía bogotana que promete mejoras en la calidad de vida de sus habitantes, en aspectos como inclusión, libertad, igualdad de oportunidades y en su mayor parte, mejorar la seguridad de Bogotá, contempla dentro de sus objetivos estratégicos la prevención de diversas violencias, entre ellas la sexual, que no se ha prevenido mucho.
En un trino de 2023, el ya electo alcalde publicó en Twitter, ahora X, que iba a “recuperar la seguridad en Bogotá para que todos, y particularmente todas, podamos volver a movernos tranquilos”. Al parecer, el factor “todas” quedó excluido en esta ecuación, ya que los delitos sexuales aumentaron en un 34% (comparando entre 2023 y 2024). Según datos de la Secretaría Distrital de Seguridad, hubo 9.668 casos denunciados de delito sexual y más del 72% de esa cifra son mujeres. Un poco contradictorio, alcalde Galán, ¿el objetivo no era “movernos tranquilos”?
¡Bogotá, Bogotá, Bogotá!

Para nadie es un secreto que Bogotá es una ciudad insegura, un lugar donde hemos crecido con el onceavo mandamiento: “no dar papaya”. Y seguirá siendo un lugar inseguro, ya lo dijo Daniel Pacheco, existe una tendencia a que los índices sigan subiendo, ya sea de homicidio, delito sexual, hurto a personas, hurto a vehículos o cualquiera de las otras formas de inseguridad que existen.
Por ahora, solo nos queda seguir habitando en esta tierra fría con una esperanza de algún día poder caminar tranquilos sin tener que ver hacia atrás porque algo nos dice que nos están observando. La tierra de la espera, de esperar a que terminen por fin las obras en la Avenida 68 o la Calle 63, y por ende la movilidad mejore y, si no es mucho pedir, que la seguridad sea prioridad en la agenda y no solo la de las redes sociales.
Aunque ya lleva casi la mitad de su mandato, el señor alcalde dice que “la seguridad no se resuelve de la noche a la mañana”, pero el problema, señor alcalde, es que la inseguridad no da tregua. ¿Tal vez al final de su mandato dirá que no tuvo el suficiente tiempo para poder resolver temas como este? Por ahora, solo nos queda la incertidumbre de pensar si algún día en Bogotá ya no habrá “miedo en sus lindes, ni codicia en su gran corazón”.