Rodolfo Hernández, alcalde de Bucaramanga, ha tenido varios hechos de controversia durante su mandato (2016-2020), desde conductas hasta decisiones que han afectado la estabilidad de su ciudad.
Esta tarde se conoció una decisión que tomó la Sala Disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación que consiste en la confirmación de que “Existen suficientes pruebas de las presuntas y reiteradas conductas desplegadas por el señor Alcalde de Bucaramanga en las cuales se podrían avizorar hechos que constituirían actos de agresión física, verbal o injuria a la ciudadanía en general y a servidores público“.
Según el Ministerio Público, esas son las razones por las que este organismo de control adelanta actuaciones disciplinarias en su contra para tomar decisiones de fondo.
Consecuencias
La medida cautelar impuesta este jueves por la Procuraduría es apelable y confirma una suspensión provisional de 3 meses, sin derecho a remuneración en su cargo.
Al saber los últimos comportamientos de Rodolfo Hernández, sectores de la ciudad piden su renuncia para que en su lugar esté Manolo Azuero, actual jefe de gabinete en la Consejería para la Gobernanza.
Al parecer, los ciudadanos ven en Manolo un perfil de cambio, puesto que denunció irregularidades en contrataciones en la administración del liberal Fernando Vargas (2008-2011).