Por: Danniela Rodríguez
Cada 11 de abril se conmemora el Día Mundial del mal de Parkinson, día clave para generar conciencia sobre una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo y que fue establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con la organización Parkinson’s en 1997.
Según datos de la OMS, más de 8,5 millones de personas viven con la enfermedad de Parkinson a nivel mundial, y se estima que este número aumenta significativamente debido al envejecimiento de la población. En América Latina se calcula que más de un millón de personas conviven con esta condición, pero además sufren de un diagnóstico tardío debido a barreras de acceso a la salud y desconocimiento generalizado.
El Parkinson suele asociarse con los temblores, pero es una enfermedad neurodegenerativa que afecta tanto al movimiento como funciones no motoras del cuerpo y se evidencia por medio de movimientos lentos, rigidez muscular, problemas de equilibrio y, en ocasiones más graves, con depresión, trastornos del sueño, deterioro cognitivo, fatiga, ansiedad e incluso problemas gastrointestinales.

La Federación Española de Parkinson, en el marco del Día Mundial, ha impulsado la campaña “No des nada por sentado“, con la que busca visibilizar los síntomas que no son tan notorios o incluso llegan a ser invisibles y mostrando como esta enfermedad puede diagnosticarse en personas que tienen menos de 50 años.
Por otra parte, en Colombia se conmemora esta fecha con diferentes actividades organizadas por entidades públicas y privadas, que implementan propuestas como “Terapias de rehabilitación en el Parkinson, el día a día de los diagnosticados con la enfermedad”, entre otras.
El Ministerio de Salud se enfoca en concientizar, educar y apoyar a las personas afectadas por esta enfermedad neurodegenerativa al visibilizar la enfermedad en lugares donde el acceso a la atención por enfermedad de Parkinson es limitada.
Vivir con Parkinson no solo significa enfrentar síntomas físicos, sino que también implica llevar una vida de incertidumbre, incomprensión y, muchas veces, aislamiento, llevando a muchos pacientes a padecer de depresión y trastornos de ansiedad.
Aunque no existe cura para la enfermedad de Parkinson, la comunidad científica continúa trabajando activamente para entender mejor sus causas y desarrollar tratamientos más efectivos, identificado factores genéticos y ambientales que pueden aportar a su aparición.
El Día Mundial del Parkinson busca una oportunidad para que gobiernos, instituciones médicas, organizaciones y ciudadanos se comprometan a mejorar el futuro de quienes viven con esta enfermedad, aportando desde campañas de visibilización, hasta la mejora en la accesibilidad de tratamientos, además de invertir en educación, investigación y en políticas inclusivas de salud para enfrentar el crecimiento de esta patología.