Por: Wendy Calderón
La Reforma a la Salud llegó a la Comisión Séptima desde abril del 2025, donde se debe realizar el tercer debate, pero continúa sin avances; las discusiones se encuentran estancadas debido a desacuerdos entre el Gobierno y la oposición sobre la financiación de la Reforma.
Mientras la oposición sostiene que el proyecto “no se puede financiar”, el Gobierno asegura que sí existen fuentes de financiamiento definidas y que la iniciativa es viable.
A pesar de que la ley no exige condicionar el trámite de una reforma a una ley de financiamiento, la mayoría de la Comisión aprobó una proposición que suspende la discusión hasta que el Gobierno presente una garantía de financiación, lo que incluye una nueva ley para tal fin.
Incluso, según el senador Omar Restrepo, en uno de los primeros intentos por avanzar, el presidente de la Comisión hundió el proyecto con argumentos “que no son ciertos”.
El Gobierno interpuso un recurso que es el de mensaje de urgencia, que busca acelerar la discusión, y después radicó otro recurso que se llama de insistencia, que se utiliza cuando una comisión ignora el mensaje de urgencia y busca obligar a debatir el proyecto con prioridad. Aún así, ninguno de estos mecanismos ha logrado reactivar el debate.
Ante esta situación, algunos integrantes de la Comisión Séptima han interpuesto tutelas, al igual que algunos ciudadanos que alegan afectaciones al derecho fundamental a la salud.
Restrepo afirma que se presentó una tutela argumentando que algunos miembros de la comisión no debatirán ningún otro proyecto hasta que se retome la discusión de esta reforma. Si llegan a debatir otro proyecto que no sea ese, podrían incurrir en prevaricato. Así se mantiene actualmente la situación.
Cambio al modelo actual
El senador Omar Restrepo comenta que la finalidad de la Reforma es cambiar el sistema de salud actual, el cual carece de supervisión estatal y no tiene una buena administración. Señala que esto termina favoreciendo a aquellos involucrados en el sistema, quienes buscan oportunidades para apropiarse de los recursos públicos.

¿Qué hay detrás de los presuntos desfalcos en las EPS y la falta de pago a hospitales?
Según Restrepo, esto es lo que ha estado sucediendo: las EPS reciben de manera anticipada los fondos a través de la Unidad de Pago por Capacitación (UPC) para cada colombiano, con el fin de garantizar su salud. Sin embargo, este dinero no siempre se destina a la salud, sino que a veces se utiliza para otros fines, e incluso a veces se emplea para construir nuevas IPS o clínicas privadas.
El senador señala que ya hay denuncias de desfalcos de millones de pesos que se han perdido. También asegura que las EPS no les pagan a los prestadores de servicio, a los hospitales ni a los trabajadores, y no cumplen el papel de garantizar y prevenir la salud de los colombianos.
También explica que, con la reforma, las EPS se transformarán en gestoras y no manejarían recursos. El Estado les pagaría por el servicio que prestan: servicio prestado, servicio pagado. No tendrían ningún tipo de anticipo, pues según él “ahí está la trampa”.
Por ahora, la Reforma a la Salud permanece detenida. Su futuro dependerá de que el Gobierno logre demostrar la solidez de la financiación, se resuelvan las tutelas y la Comisión Séptima decida finalmente retomar el debate.
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