Por: Tatiana Rodríguez Forero
El 17 de marzo de 2020 es una fecha que quedará marcada en la memoria de los colombianos, pues el país entró en simulacro de cuarentena por cuatro días. No obstante, la medida provisional se transformó en permanente más rápido de lo que todos pensaron, pues antes de finalizar el simulacro se declaró cuarentena continua.
Esto afectó la estabilidad económica de más de una familia: miles de personas fueron despedidas de sus trabajos. Un año después, muchas empresas tomaron una decisión que dejó frío a más de un trabajador, y trajo una nueva inestabilidad económica.
Para otorgarles a los empleados las vacaciones estipuladas por ley, muchos empleadores han empezado a llevar a cabo una estrategia que los afecta sobremanera, consiste en que, se les “obliga” firmar un “mutuo acuerdo” que establece la finalización de su contrato laboral.
El término “obligación” tiene que ver con el hecho de que, si alguno de los empleados se niega a firmar el documento estipulado, se procede a su terminación; y aunque este aspecto también se lleva a cabo con la firma, la diferencia radica en que, con el acuerdo existe la posibilidad de reingresar después de un lapso, probabilidad que quedaría totalmente anulada con su negación.
Y aun cuando en primera instancia no parece una medida tan fuerte, la realidad es que su impacto para miles de trabajadores es determinante. Como lo afirma una fuente que prefiere permanecer en el anonimato, debido a que aún conserva la esperanza de que en algún momento sea llamada por su empleador:
Me encontraba cumpliendo mi turno laboral cuando me informaron que me enviarían a vacaciones, porque ya había cumplido con el tiempo estipulado. Mi primera impresión fue de preocupación constante: no sabía cómo lidiar con los gastos que tendría durante los días de inactividad
Relata que, pasada la percepción inicial, se resignó a salir y con ello a disfrutar sus vacaciones, así que al finalizarlas se dirigió a la “empresa madre” a entregar la dotación. En aquel momento recibió la noticia que a ella y a más de 200 persones les cayó como un balde de agua fría:
Todos nos encontrábamos desconcertados, y más aún cuando nos dijeron que no podíamos quedarnos con el ‘mutuo acuerdo’ que nos habían hecho firmar. Me enojé y comencé a discutir con la señorita de la ventana. Después de más de 20 minutos me pasaron con la supervisora, y para quitarme de encima me dieron una copia del acuerdo, pero me dijeron que no podía decir nada pues a ninguno se lo habían dado
Actualmente nuestra fuente anónima, y junto con ella más de 15 empleadas con la misma figura contractual, van a cumplir un mes de inactividad; aun cuando el día de la firma les aseguraron que este periodo no sobrepasaría los 15 días. Es por ello qué afirman encontrarse desesperadas: “me da miedo ir a buscar empleo y que mientras esté pasando papeles me llamen para revincularme y perder la oportunidad de volver”.
Esta estrategia está siendo usada en distintas regiones del país, y afecta los derechos laborales y salariales de miles de personas a quienes les finalizan sus contratos sin justificación, bajo el pretexto de la figura del “mutuo acuerdo”, ilusionándolas con la expectativa de que en algún momento serán recontratadas.