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Ambientalistas vs contratistas, una disputa de control sobre el Humedal Tibabuyes

El humedal Tibabuyes es el más grande de la capital del país al contar con 225,5 hectáreas de reserva natural, lo que equivale aproximadamente a dos Parques Simón Bolívar. Sin embargo, desde inicios de este siglo ha estado involucrado en un gran debate ambiental.

Por: Luisa María Castellanos Arandia – Cristhian Camilo López.

El Humedal Tibabuyes desde hace años se encuentra inmerso en uno de los conflictos socioambientales más grandes de su historia. Tres obras realizadas en los tercios alto, medio y bajo son los causantes de la discordia comunitaria que lleva más de 3 años.

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¿Cómo inicio y cómo va a la fecha este conflicto?

Esta situación inició en el primer periodo de Enrique Peñalosa como alcalde de la capital. Ya que durante el 2002 y 2003, nació el programa de recuperación de humedales de Bogotá, dando origen a una laguna artificial de aproximadamente 1400 metros de longitud. Esta obra no fue muy aplaudida por la ciudadanía, ya que para ellos no ayudaría a la mejoría ambiental de la zona.

Durante el año 2010 se presentó el plan de desarrollo del humedal, el cual, daba como primicia el mantenimiento y recuperación de toda la reserva natural, sin embargo, no funcionó y ocasionó que el humedal empeorara a nivel de problemas ambientales.

En su segundo periodo como alcalde, Enrique Peñaloza inició exactamente en 2018 un nuevo proyecto en las zonas aledaña al humedal. Se trató de un corredor vial, el cual constaría de un sendero peatonal turístico, un puente de 1,2 kilómetros que conectaría a la localidad de Suba con Engativá y uniría al barrio Lisboa en Suba con El Cortijo en Engativá, adicionalmente contaría con paseos ambientales en lancha y a pie con el fin de buscar una apropiación de la comunidad.

Sin embargo, el Acueducto, la Secretaría de Ambiente y demás entes competentes, según los lideres ambientalistas de la zona, no se dieron a la tarea de investigar el posible daño ambiental que podía ocasionar dicho proyecto.

Esto ocasionó que el 21 de noviembre del año 2020 un grupo de ambientalistas, acompañados de algunos sectores de la sociedad civil decidiera tomarse de manera pacífica las obras del Humedal Tibabuyes, como una forma de protesta ante el avance de los proyectos de infraestructura en estos sectores.

El líder social Milton Sarmiento quién hace parte del colectivo Proyecto SOS Tibabuyes, ha manifestado en varias ocasiones su inconformidad y la de la comunidad en torno a los proyectos realizados en el cuerpo de agua, más específicamente en la conexión del Humedal Juan Amarillo, el Parque Lineal Borde Norte y el Parque Lineal Tercio Alto, al afirmar que:

Fotografía de: Luisa Castellanos

‘’Nadie está por encima de la ley, ellos deben tener unos permisos de la Curaduría Urbana número 4. Si no los tienen, no pueden continuar con las obras, porque la inspectora dictaminó suspender las obras y ellos quieren terminar la obra a pesar de esto’’.

Las obras se adjudicaron con el fin de dar origen a caminos para transeúntes, parques, senderos y ciclo rutas entre otros, dichas obras estaban vigente por medio del DECRETO 565 de 2017 donde se modifican las políticas de Humedales del Distrito, en relación con la definición de recreación pasiva en los humedales, por lo que se dejó de lado el DECRETO 624 del 2007, el cual dictaminaba el reconocimiento, regulación y recuperación de los atributos y dinámicas de los ecosistemas.

¿Cómo va a la fecha?.

Hasta el momento se sabe que la contratación se realizó por parte de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) de la mano del Consorcio Humedal Tibabuyes. Luego de una visita de control y seguimiento en el humedal, la Secretaría de Ambiente encontró que las obras no contaban con las autorizaciones ambientales, y por eso suspendió la construcción en algunos tramos.

Estas entidades no contaban con la información pública para conocer el estado del proyecto, por eso, la Contraloría Distrital de Bogotá, se pronunció sobre las auditorías realizadas en las obras de construcción:

La obra estaba en un 78.4% sin tener en cuenta que, en revisión de interventoría, la obra aumento en 2000 millones de pesos. Y la obra como tal en su inversión inicial, se presupuestó 13 mil millones de pesos, lo que se podría estar avizorando es un presunto detrimento patrimonial, hasta tanto no se concluya la auditoría de desempeño o una indagación preliminar”.     Afirmó Pastor Borda director de servicios públicos de la contraloría.

Además, no se tiene en cuenta el nuevo Plan de Desarrollo Local que supone construir un pacto en común, que preserve la relación entre el entorno y el territorio, que reduzca el impacto ambiental, y cuenta con algunos objetivos como: Promover la participación activa de la ciudadanía en los diseños de parques, promover el Desarrollo Rural de la localidad, propiciar el uso adecuado y sostenible de los recursos naturales de la localidad, entre otros.

Uno de los propósitos del Contrato Social y Ambiental para la Bogotá del siglo XXl es proteger, preservar, restaurar y gestionar integralmente la estructura ecológica principal, que incluye el sistema de áreas protegidas del Distrito.

El 30 de junio de 2020, el Juez Cuarto Administrativo de Bogotá declaró como nulo el DECRETO 565 de 2017, lo que deja en el limbo la finalización de la construcción y si un posible gran daño ambiental en la zona, ya que esto prohíbe que se ejerza alguna obra en una reserva natural que corresponda a los 15 humedales de la ciudad. Y a su vez dejaría no solo uno, si no a tres grandes elefantes blancos con costos superiores a los 13 mil millones de pesos.

Ahora bien, El próximo 27 de octubre del 2022, se realizará la audiencia en la que se decidirá, si el proyecto continuo o no y que pasará con el presupuesto y la reconstrucción ambiental de la zona.

Por otra parte, los colectivos sociales y ambientales que están en defensa del humedal han afirmado, que ya hay radicadas varias querellas ante estos entes por un supuesto “dolo” por parte de los contratistas, partiendo de que al momento de que se ordenó parar con las obras, ellos continuaron realizando sus actividades por un tiempo aproximado de cuatro meses. Ocasionando más protestas y conflictos que ha dejado varías víctimas.

| Nota del editor *

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