Carlos Vidal – Docente Uniminuto-Cali
En el corazón de Cali, específicamente en el barrio Altos de Menga, una revolución silenciosa está tomando forma. La Fundación SIDOC, a través de su programa CeeSer, está labrando un futuro prometedor para niños, adolescentes y jóvenes de la comuna 2. Este programa no solo busca prevenir la deserción escolar y la vinculación de los jóvenes a dinámicas de violencia, sino que se erige como un faro de esperanza que ilumina caminos hacia la paz y el desarrollo personal y comunitario.
La metodología de CeeSer es integral ya que combina el acompañamiento pedagógico, enfocado en la adaptabilidad y el aprendizaje, con un sólido eje psicosocial y talleres de formación artística. Esta estructura no solo aborda las necesidades académicas inmediatas, sino que también cultiva habilidades esenciales para la vida y promueve la inclusión y el diálogo cultural.
En un giro innovador y significativo, el año pasado, el componente Psicosocial y la Huella de Cultura Digital de la fundación decidieron unir fuerzas. Esta colaboración se propuso empoderar a los jóvenes a través del desarrollo de habilidades de liderazgo y gestión colectiva, considerándolas herramientas cruciales para abrir las puertas a un futuro más promisorio. En este contexto, se proporcionaron herramientas de participación mediante el uso de entrevistas, fotografías, videos y redes sociales. Estas herramientas no solo se presentan como recursos individuales, sino que actúan como catalizadores del emprendimiento y la participación en la sociedad.
El liderazgo, una habilidad tradicionalmente valorada en entornos empresariales, se revela aquí como un componente esencial en la capacidad de un individuo para influir positivamente en su comunidad. En Altos de Menga, el fomento de esta habilidad podría abrir puertas a oportunidades antes inexploradas. Los jóvenes que desarrollan capacidades de liderazgo no solo se destacan por sus logros personales, sino que se convierten en verdaderos agentes de cambio.
Sin embargo, la pregunta que surge es: ¿cómo un programa local como CeeSer puede sostener y escalar estos impactos? La clave parece residir en la continua adaptación de sus métodos y la búsqueda de alianzas estratégicas tanto a nivel local como internacional. Al forjar lazos con otras organizaciones y con el sector privado, programas como CeeSer pueden asegurar no solo la sostenibilidad, sino también la expansión de su influencia transformadora.
Más allá del liderazgo, el programa también subraya la importancia de las habilidades digitales en la era moderna. La alfabetización digital, esencial en el mundo globalizado de hoy, permite a los jóvenes de Altos de Menga acceder a información y conectar con ideas globales. El dominio de estas herramientas digitales les proporciona una ventana al mundo para estar informados de manera efectiva y crítica.
Además, los talleres de formación artística ofrecen un espacio para la exploración de la identidad personal y cultural, facilitando un proceso de autoconocimiento y expresión que fortalece la estima y la resiliencia. Estos talleres no solo son fundamentales para el desarrollo individual, sino que también promueven la cohesión comunitaria y la paz a través de la creación colectiva y el intercambio cultural.
En conclusión, el programa CeeSer de la Fundación SIDOC en Altos de Menga representa un modelo de cómo la educación integrada y las iniciativas de desarrollo comunitario pueden transformar realidades. Al abordar las raíces de problemas sociales como la deserción escolar y la violencia, y al equipar a los jóvenes con habilidades para la vida, liderazgo y competencias digitales, CeeSer está no solo cambiando vidas, sino redefiniendo el futuro de toda una comunidad. En el corazón de Cali, Altos de Menga está demostrando que, incluso en los contextos más desafiantes, la esperanza puede florecer y llevar a un cambio significativo y duradero.
