Entre graves inundaciones y terribles incendios, la crisis ambiental se manifiesta como la perspectiva climática del planeta para las próximas décadas. Temperaturas imposibles en Canadá generan una condición térmica que alimenta de forma indirecta los incendios en la costa oeste de los Estados Unidos. Mientras esto sucede allí, en Alemania las inundaciones han generado muerte y destrucción en varias localidades.
Según fuentes internacionales de prensa, al menos 19 personas han muerto y medio centenar han sido dadas por desaparecidas como consecuencia de las fuertes tormentas y las lluvias torrenciales que han afectado en las últimas horas al oeste de Alemania. La cifra de víctimas no deja de aumentar: cuatro muertos en Schuld, en la zona del Eifel, otras dos víctimas en Colonia, dos bomberos fallecidos en las labores de rescate; otro fallecido en los sótanos inundados en Solingen… así hasta 19, según los últimos recuentos de las autoridades regionales.
Las autoridades municipales de Ahrweiler, en el estado federado de Renania-Palatinado, confirmaron la muerte de cuatro personas y la desaparición de otras 30. También han fallecido ahogados dos bomberos que trabajaban en las tareas de rescate. La policía informó el jueves (15.07.2021) de que seis casas fueron arrastradas por el río. Otros veinte edificios se encuentran en estado inestable.
“Muchos de los desaparecidos” se encontraban en los tejados de las casas que fueron arrastradas por la corriente en la localidad de Schuld, dijo un portavoz de la policía de Colonia. La localidad se encuentra en la región más poblada de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, y ha sido la más afectada por las lluvias, que provocaron la crecida de ríos, inundaron carreteras y viviendas y arrancaron árboles.
Las lluvias también provocaron la evacuación de unas 1.500 personas en Hückeswagen, también en las inmediaciones de Colonia y Wuppertal. “La evacuación se tuvo que hacer principalmente en botes, porque las carreteras no son transitables”, dijo esta mañana un portavoz policial. Sin embargo, la situación se ha estabilizado: “la presa que amenazaba con romperse es de momento segura”, añadió el portavoz. Unos mil policías se desplegaron en el distrito.
En Leverkusen, un hospital hubo de ser evacuado debido a un corte de electricidad, lo que afectó a 470 personas. Todas las operaciones, citas e intervenciones fueron canceladas.
En USA, áreas enteras de California ayer fueron puestas en alerta roja de fuego ante la progresión de múltiples incendios y de momento no se avizora ni el apaciguamiento ni el fin del fuego avivado por una severa sequía.
Las llamas del foco River Fire (California) aún no se habían contenido cerca del mundialmente famoso Parque Nacional de Yosemite y los bomberos estaban preocupados por el avance del Dixie Fire más al norte.
En el Óregon el incendio Bootleg Fire, devoró más de 86.000 hectáreas, lo que equivale a 120.000 campos de fútbol, y forzó a numerosos habitantes a escapar de la zona. El oeste estadounidense está atrapado en un devastador círculo vicioso: los suelos áridos y la seca vegetación generan las condiciones propicias para que la temperatura aumente.
En el oeste canadiense, que sufrió una ola de calor sin precedentes hace unos días, se han identificado más de 35 nuevos incendios en los últimos dos días, según las autoridades locales. Uno de los principales focos se extiende por más de 40.000 hectáreas y casi 900 viviendas fueron evacuadas. Al este, un millar de personas debieron ser evacuadas en los últimos días, especialmente en comunidades autóctonas de Ontario, la provincia más poblada de Canadá.
Los expertos estiman que esta ola de calor está vinculada directamente con el recalentamiento del clima mundial. Y no se espera que en los próximos días se registren mejoras meteorológicas, según la agencia meteorológica canadiense.
Fuente: prensa internacional