Desde Extraordinario (Wonder) una película estrenada en el 2017 que habla sobre un niño con deformidad facial y por esa razón, nunca asistió a la escuela pública, pero se decide a no perder esa experiencia, pero integrarse no será nada fácil. Pasa algo parecido con Invencible: un niño fuera de serie, dirigida por el estadounidense Jon Gunn, que tiene en su filmografía, una marcada línea religiosa cristiana como temática, pero afortunadamente para Austin, un niño autista y que padece de osteosíntesis y protagonista, la narrativa no decae en estos adoctrinamientos.
Lionsgate, el estudio detrás de la nombrada Wonder, muestra la historia de un niño que parece ser un ser humano muy frágil, pero es todo lo contrario. Sus padres, Scott (Zachary Levi) y Teresa (Meghann Fahy), descubren que Austin es autista y padece de osteosíntesis, al principio se preocupan por el futuro de su hijo. Pero con la creciente fe de Scott y el espíritu inquebrantable de Austin, se vuelven Invencible por media de su alegría, gratitud y valentía, incluso en los momentos más difíciles. Una historia real sobre una familia que, al aprender juntos, se dan cuanta que todo puede ser mejor.
Este tipo de cintas con estas temáticas es muy fácil que caigan en lugares comunes, convirtiendo la historia en algo efectista y con dramatismos desmedidos que funcionan como activador en la trama e intentan construir un mensaje que impacte a ese público, añadiendo un poco de magia divina como en la desastrosa Sonido de Libertad (2023).
En Invencible: un niño fuera de serie, la historia se centra en como esta construcción familiar desde la misma manera de conocerse, parece marcar ciertas consecuencias en la construcción de los personajes y lamentablemente, esta idea disipa el personaje de Teresa, como una madre fuerte y que intenta a toda costa mantener su hogar hasta donde le fue posible, visibilizando de manera más explícita el conflicto de Scott y su trato con Austin.
Es hasta que el personaje de Austin en su desarrollo adolescente y entra en escena, que la película logra tener otro tono y encuentra una mejor dinámica, visibilizando una problemática mayor y que logra contener una drama más intenso, haciendo que los personajes puedan engancharse mejor con las ideas de maternidad, el cómo afrontar las diferencias y el cómo aceptar los limites de cada uno, logrando que la película encuentre un rumbo entretenido y que se siente más sincero, transitando en varias ocasiones en un línea muy delgada hacia el mensaje religioso, pero saliendo bien librada, ya que el actor estadounidense Jacob Laval, el cual interpreta a Austin, logra mantener la forma y las maneras del personajes en su peso dramático.
Invencible: un niño fuera de serie, afortunadamente puede ser una película que logra conmover sin ser lo mismo de muchas otras películas que pueden llegar a ser parecidas, impulsada por buenos momentos y una química interesante entre sus actores, con un Zachary Levi que luego de su papel en Shazam 2 (2023) parece, definitivamente se dedico a las películas con estas temáticas que celebran las diferencias y los muchos puntos de vista que existen, todos siendo valiosos y como son capaces de cambiar la percepción de las cosas para quienes los respetan, como también se convierte en un ejercicio de empatía y resiliencia.
Una película que sin duda puede hacer que se lleve varias cosas al salir de la sala de cine. Juzguen ustedes.
