Este año, las películas de animación les han dejado buenas sorpresas a las diferentes audiencias que cada vez acuden más a las salas a ver historias, que pueden ir desde una clasificación +18 como Depredador: cazador de asesinos (2025), la mejor del año en su clasificación; o la sorprendente Las aventuras de Dog Man (2025), para todo público que llamó la atención.
Mientras los estudios de animación estadounidenses marcan sus grandes taquillas por medio de marcas consolidadas, Francia sigue en busca de un mercado fortalecido, impulsado por sus últimas grandes producciones que han tenido buena recordación en el mundo como El conde de montecristo (Le comte de Montecristo, 2024); o la reciente y desafortunada Drácula: A Love Tale (2025), dirigida por el reconocido cineasta Luc Besson.

Esta ocasión y con el ánimo intacto, la productora francesa TAT Productions, con la coproducción de Estados Unidos, produjo una película que llama la atención gracias a una historia poco infantil, que llama la atención de los pequeños y engancha a sus acompañantes. Su nombre en inglés es Pets on a Train, su original en francés es Falcon Express, y para el mercado latino será Mascotas al rescate.

La historia inicia con un tren a punto de salir de una estación, cuando suena la alarma que obliga a los pasajeros a bajarse. Entonces el tren arranca de manera improvisada, llevando a bordo a los viajeros que no han tenido tiempo de bajar. Los animales de compañía, asombrados, descubren que el tren está bajo el control de Hans, un tejón manipulador y rencoroso, que quiere vengarse de Rex, perro policía que lo pusiera entre rejas hace años. Como los servicios de rescate no consiguen intervenir en el trayecto montañoso del tren, que rueda a toda velocidad, los animales de compañía cuentan con Falcon, un mapache tramposo que hará lo posible para salvarlos.

Los personajes tienen buenas introducciones, y aunque entra en numerosos clichés, es justo lo que la hace encontrar un público más amplio. Aunque el doblaje no deja que los acentos ni las nacionalidades entren en escena desde el inicio, las características de cada personaje revelan que provienen de lugares diferentes del mundo, ya por su naturaleza, o por lo que sus movimientos familiares representan desde lo conocido, como llamar Rex a un pastor alemán.

La narrativa intenta más vigor, gracias a referencias de varias películas como cintas de James Bond, Misión Imposible, entre tantas películas con temáticas parecidas. Lo interesante de esta producción franco-estadounidense es que pretende ser autorreferencial, pues si bien nunca disimula que hace guiños a otras películas, busca una audiencia más amplia, y siento que lo logra con una historia entretenida para un público adulto con chistes de esa altura, como situaciones que construyen un discurso de amistad, lealtad y cariño, independiente del animal, su tamaño, su color y su talento, que se unen por un objetivo en común, con un mensaje atractivo en contra del racismo, de la unidad como seres vivos y de la dañina influencia de las redes sociales en nuestra cotidianidad, que hacen que Mascotas al rescate tenga 99 minutos de buen entretenimiento.

Como era de esperarse, está ideada para continuar, pero no sorprende, lo que sí lo hace es que cuando películas como La vida secreta de tus mascotas (2016) que define a cada personaje entregándole una personalidad, Mascotas al rescate hace que cada animal tenga subtramas y desarrolle subtramas con los otros, logrando críticas frontales al consumo, a la distribución de la riqueza, a la migración y a las construcciones familiares que en ocasiones no son biológicas, la convierten en algo que proyecta más de lo que parece. Juzguen ustedes.