Por: Daniel Rojas Chía
Llega a las salas del país de la mano de Cineplex Colombia el más reciente
cortometraje de Pedro Almodóvar que solo fue estrenado en el Festival de Cine de Cannes.
El cortometraje presenta a dos amigos que desde hace 25 años no se ven, que en su juventud trabajaron juntos como pistoleros y andariegos por el Salvaje Oeste. En la actualidad, uno es un ranchero de bajo perfil alejado de todo, el otro el sheriff de un pueblo.
Cuando se piensa en el género western, las primeras imágenes que aparecen son un revólver, un sombrero, caballos o iconos de la masculinidad como John Wayne o Clint Eastwood. Almodóvar intenta representar formas familiares de esta estética, puestas en escena también por grandes directores como John Ford, Anthony Mann o Sergio Leone.
Puede que desde una primera impresión el espectador se encuentre con un ligero Brokeback Mountain (2005), pero lo que Almodóvar presenta son todas las formas características del género que amasa para contar lo que quiere de la manera que a él le gusta, sin dejar de mostrar que está en aguas poco conocidas.
Son dos vaqueros enamorados, uno que se anima a enfrentar sus sentimientos y aceptarlos, y otro que se ve obligado a encarnar el rol de vaquero masculino acausa de estar herido, y esa es la analogía que desarrolla el corto en su argumento.
Presentando un conflicto claro, donde ambos se aman, pero la sociedad no les
permite expresar sus sentimientos plenamente por su posición social y aparente responsabilidad.
Un clásico conflicto secundario tipo western. Un sheriff que tiene que resolver un crimen, dado que es el representante de la ley y le carcome el cumplimiento de su deber, cuando el asesino al parecer es el hijo de su amado ranchero y su amante hará todo lo posible para ayudarlo.
Una historia bien contada a la que no le sobra nada, con un Almodóvar franco y una “Extraña forma de vida”, en donde indaga una perspectiva personal del género y saca lo mejor de la dupla maravillosa de Ethan Hawke y Pedro Pascal.