Por: Hainer Smith Cuevas Barriga
La tarde del 22 de mayo de 2023, en la mina El Cóndor, ubicada en una vereda del municipio de Cucunubá, Omar González, coordinador de turnos, recibió una llamada alrededor de las 9 de la noche de un compañero de trabajo que le dijo:
—Omar, buenas noches. ¿Cómo está? Un favor, ¿será que me puede cambiar el turno de mañana por el suyo? Es que tengo que hacer una diligencia con mi mamá después del trabajo.
Omar, como la buena persona y excelente coordinador que era, decidió colaborarle a su interlocutor, que entonces era su mejor amigo. A la mañana siguiente, Omar, como era su costumbre, se levantó muy temprano para despedir a su esposa e hijas con un rico desayuno.
Alrededor de la una de la tarde, en la vereda El Tablón Bajo, donde se ubicaba su casa, se escuchó un estruendo que alertó al pueblo. Omar salió a toda prisa a ver qué había ocurrido. Se llevó una gran sorpresa al percatarse de que, desde el cerro del frente, brotaba una enorme cantidad de humo, como si alguien estuviera cocinando un asado. Pero, lamentablemente, no era así.

Al ver esa nube de humo en la distancia, Omar supo de inmediato lo que había pasado: su lugar de trabajo, un sitio de sonrisas y recuerdos con personas que al principio ni siquiera conocía, estaba en grave peligro. Quienes lo vieron en ese instante, notaron la angustia reflejada en su rostro.
Alejandro Barriga, yerno de Omar, recuerda que, al subirse a la moto con la que todos los días se desplazaba al trabajo, salió como volador sin palo, expresión muy usada en Cucunubá. Al llegar a la mina El Cóndor, se llevó otra gran sorpresa: era imposible entrar. La explosión había sido causada por acumulación de gases. La incertidumbre era enorme. No se sabía cuántas personas estaban adentro y, más importante aún, cuántas seguían con vida.
Con el pasar de los minutos, llegaron más compañeros, ambulancias, personal de la Defensa Civil, Cruz Roja, entre otros. Todos luchaban por un mismo objetivo: rescatar a los seres humanos atrapados, muchos de los cuales sostenían a sus familias. Fueron días de arduo trabajo. La situación fue tan grave que incluso el presidente de la República estuvo presente.
Después de varios días de labores de rescate, Omar recibió una noticia que lo destrozó: la muerte de su mejor amigo. El mismo que le había pedido el cambio de turno, con quien compartiera más de cinco años de trabajo, risas, recuerdos, cervezas y reuniones.

Aquel hombre se llamaba José Bello, más conocido como Ramón de 37 años, que era cabeza de hogar, y que tenía a su cargo a tres hijos de 7, 14 y 18 años, que quedaron huérfanos. José Bello fue una persona tranquila y trabajadora, que siempre cumplió con las obligaciones del hogar que había constituido junto a su esposa, María Barriga, de 35 años.
Así fue como, después de convivir más de diez años con quien posiblemente fue el amor de su vida, el 23 de mayo de 2023, José perdió la vida tras el trágico accidente.
Omar, que era un hombre de pocas palabras e introvertido, rompió en llanto frente a todos los presentes en la mina tras darse cuenta de que su mejor amigo había fallecido. Alguien acostumbrado a llorar en silencio mostró su lado más sensible en uno de los momentos más duros de su vida.
Con el paso de los días, ya resuelta la emergencia, aunque no lo más importante, la pérdida de vidas humanas, llegó el funeral de los mineros hallados sin vida.

Omar relató que, sin saberlo, esa noche su mejor amigo le salvó la vida. Que, sin saberlo, hizo posible que su familia, que dependía de él tanto económica como emocionalmente, pudiera seguir adelante por muchos años más.
Cada día, Omar le agradece a su mejor amigo y a Dios. Aunque lo dejó sin un compañero de vida, le permitió conservar a una familia hermosa que lo amaba, respetaba y valoraba el arduo trabajo que realizaba para sacarlos adelante y brindarles un futuro al lado de uno de los seres que más amaban.
Junto a José Bello, perdieron la vida siete personas más, que en su mayoría eran cabezas de hogar, o que simplemente tenían aspiraciones de prosperar en la vida. Ellos eran: Belarmino Bello (32 años), Carlos Rodríguez (34 años), Juan Felipe Carrillo (20 años), Fredy Rodero (edad desconocida), Ferney Calderón (edad desconocida), Jonás Pabón (edad desconocida), Clemente Pabón (edad desconocida) y Luis Barón (38 años).