Por: María Camila Rodríguez
El pasado 27 de mayo llegaron a Colombia los 5 primeros soldados que hacen parte de la Brigada Norteamericana de la Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB), quienes actualmente se encuentran en aislamiento preventivo obligatorio, hasta que se les realicen las pruebas correspondientes de COVID – 19. Actualmente se encuentran en el país 53 soldados de la tropa estadounidense.
En una emisión del canal del Congreso, Carlos Holmes Trujillo, actual ministro de defensa, afirmó que la labor de la brigada se resume en asesorar, capacitar y entrenar a las fuerzas militares de naciones aliadas, en este caso, Colombia, con el fin de trabajar de forma conjunta en contra del narcotráfico, esto por medio de la expropiación de territorios en los que se tienen cultivos ilícitos.
Por otro lado, Holmes aseguró que el tiempo que duraría la brigada en el país sería de 4 meses y que durante este tiempo el acceso y uso de las instalaciones en las que se encuentre la brigada, será manejado exclusivamente por las Fuerzas Militares de Colombia. Además, las actividades de cada grupo estarán limitadas a los espacios autorizados por los comandantes de cada fuerza de tarea, sin involucrar ni comprometer el uso de equipos militares de ningún tipo.
Pese a las aseveraciones del ministro de defensa, la llegada de las tropas estadounidenses ha sido motivo de polémica, pues, en ocasiones anteriores, académicos como el profesor Renán Vega, del departamento de ciencias sociales de la Universidad Pedagógica, habían asegurado que la injerencia de los militares norteamericanos contribuía en el desarrollo del conflicto armado colombiano, luego de dar a conocer el presunto caso de violación a menores por parte de dichos militares en el año 2015.
Se espera que en esta ocasión, las tropas que ya se encuentran en el país no sean partícipes de ningún tipo de delito o crimen que implique la vida o el bienestar de quienes, por lo general, son los mayores afectados: la población civil.