Aunque castigos con zurriagos, alambres de púa, chamizos de cilantro, cables de plancha, tubos y maderos, no son tan utilizados en la actualidad, lo cierto es que los padres colombianos reprenden a sus hijos a punta de golpes con algún objeto, palmadas, pellizcos, cachetadas o con una golpiza.
Según el estudio “Castigo físico: la voz de los niños en Colombia” realizado por la Universidad de La Sabana con Alianza por la Niñez Colombiana, conoció de primera voz las experiencias de menores entre los 6 y 17 años, de las cinco regiones del país para conocer qué piensan sobre el castigo físico.
“Nunca se escucha la contraparte, qué piensan los niños, cómo se sienten, cuando ellos nos podrían orientar sobre cómo los papás deberíamos educarlos”, comentó Martha Rocío González, investigadora del estudio y doctora en psicología y agregó que la academia y la población en general tratan el tema del castigo físico, pero desde por qué el adulto debería hacerlo o no, pero poco se explora qué piensa la víctima.
El estudio se realizó entre 928 menores –45.4 % niños y 54.6 &, niñas—de cinco regiones del país y se encontró que los tipos de castigo físico más utilizados en el país son con un objeto (47%), una palmada (37%), un pellizco (29%), una cachetada (20%) y en un 7.9 % una golpiza.
“La encuesta tuvo como objetivos específicos: describir las emociones y creencias de los niños, las niñas y los adolescentes acerca del castigo físico, señalar a las personas ejercen el castigo, sus motivos y tipos de golpes utilizados y busca las alternativas propuestas por los niños, las niñas y los adolescentes para corregir su comportamiento, diferentes al castigo físico”, señaló la doctora Martha Rocío González.
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Reprimendas
Se pudo establecer también en este estudio que la principal razón por la que reciben reprimenda física es por portarse mal, seguido de no hacer caso (54%) y por decir una grosería (25%). Por otro lado, un 10 % es castigado por no comer todo lo que le sirven y el 7 % no saben por qué lo castigan.
De otra parte, la tristeza (61%), la rabia (40.9%), el odio (16%) y la vergüenza (9%) son las emociones con las que los menores se sienten identificados cuando son castigados físicamente.
Otros datos del estudio
El estudio contó con la aprobación de los padres y se realizó mediante un cuestionario, según el cual, debían responderle a un muñeco llamado como Spank.
A la pregunta ¿debería castigarse físicamente a los niños?, el 79 % de los encuestados dijo “no” y el 21 %, contestó afirmativamente.
¿Cómo castigan a los niños? Ellos respondieron que en el 74.2 por ciento de las situaciones les quitan algo, el 51.6 % con golpe y el 23 % con insultos.
Tipos de castigo físico utilizado: 47.1 % con algún objeto, 37.5 % con palmada en alguna parte, 29% con pellizcos, 20.3 % con una cachetada, 19.7 % con halada de cabello, 16.8 % con una sacudida, 16% con una empujada o tumbada, 11.8 % con una patada o un puño y el 7.9 % con una golpiza.
Emociones experimentadas después del castigo físico: 61.2 % tristeza, 40.9% rabia, 22.9 % miedo, 20.7 % culpa, 16.4 % odio, 9.9% vergüenza y 8.2 % no siente.
Alternativas al castigo que proponen los niños: dialogar y aconsejar para reflexionar: 543, quitar o prohibir lo que les guste: 169, con gritos y palabras hirientes: 149, sin gritos o maltratos 64, ser tratados con valores como el amor: 27, con golpes: 13 y a través del ejemplo: 9. No sabe, no responde: 4 y no hacer nada: 3.
La importancia de hablar del castigo físico
Diego Efrén Rodríguez, decano de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Sabana, dijo que al hablar de castigo físico en Colombia es importante porque las estadísticas muestran una alta prevalencia en la población colombiana, además, los niños que son educados a partir del castigo físico suelen tener dificultad en la interiorización de la norma; por lo tanto, obedecen por el temor al castigo, pero sin comprender la razón de la regla. “Cuando los niños comprenden e interiorizan las normas, son colaboradores con ellas y esto redunda en una educación positiva”.