Por: Maik Santana
La prensa llegó a Colombia en un panorama complejo. Conflictos internos que obligaron a su ejercicio de manera militante. Todo, nos devuelve a 1785, año en donde se publicó “aviso del terremoto” sucedido en la ciudad de Santa Fé de Bogotá el día 12 de Julio.
En 1950, el periodismo realzó su valor e importancia nacional. La información y publicación de noticias, y relatos de historias influyentes, se consolidaron como un apoyo magno para frenar la violencia.
El periodismo en la historia y transformación de Colombia es fundamental.
Su complemento, en su evolución conjunta es innegable; el crecimiento de ambas, de la mano de cambios tecnológicos, sociales y políticos es narrar y recopilar toda nuestra historia. Hoy, en pleno siglo 21 es una profesión que lucha por revalidar su importancia.
En el año 1998, el llamado estatuto para los periodistas fue eliminado por la corte constitucional de Colombia. Erradicando la tarjeta profesional para periodistas, argumentando que el derecho a la libre expresión, el acceso a la información y el compartir datos con las demás personas, son derechos fundamentales que no pueden ser otorgados a una profesión en específico.
Por esta razón, los comunicadores sociales y periodistas no tienen una tarjeta profesional.
Aquí por qué cualquiera realiza el ejercicio del periodismo, pero aclaró, no todos tienen la capacidad de informar de manera correcta.
En la actualidad la comunicación social se proyecta como el futuro y se le adjunta el periodismo como complemento, debido a los diversos cambios en materia tecnológica y organizacional que deben abordar los amantes de esta profesión en su preparación académica. Por eso, hoy se le llama “Comunicación social y periodismo” o simplemente “Comunicación social”.
La llegada de las redes sociales y los llamados “influencers”, nos han marginado al valor por medio de Likes o seguidores. Obteniendo un reconocimiento constante en los medios de Comunicación tradicionales; los cuales, desafortunadamente les consideran apropiados para la Comunicación y publicación de noticias. Olvidando por completo la preparación profesional requerida para esto.
Recientemente el fútbol se ha visto afectado por este fenómeno. Los directores técnicos y jugadores de algunos clubes profesionales del FPC han sido atacados en ruedas de prensa por algunos hinchas camuflados de “periodistas”. El no activismo bajo cualquier ámbito es de los principios fundamentales de un Comunicador social, bien sea: Político, deportivo, artístico etc.
Pero claro, son principios que desconocen en su totalidad estos personajes que se creen comunicadores.
La entrada y participación en este tipo de espacios y escenarios deberían ser permitidas únicamente para profesionales. Individuos con la preparación profesional para poder abordar adecuadamente situaciones como similares. La libre expresión es un derecho fundamental, pero el saber comunicar de manera mediática, es algo que solo la academia puede enseñar.
La vuelta de la tarjeta profesional para Comunicadores Sociales es algo que ya están exigiendo los periodistas de mayor recorrido, en búsqueda de beneficiar a la nueva generación, que se prepara, estudia e indaga en el conocimiento y no solo, en la tendencia de redes sociales.