Por:Isabela Gonzáles, reportera de la agencia periodísticacultural Soundterra y Rafael Cassiani, maestro palenquero tradicional
La cinemateca de Bogotá ha abierto un espacio desde el jueves 30 de marzo al domingo 16 de abril a la exposición El Beat en la cual se relata la historia de Benkos Biohó, un esclavo africano que huyó para llegar a San Basilio de Palenque y formar la primera ciudad libre de las américas. Esta lleva al público a interactuar con diferentes presentaciones que tienen relación con la memoria del Pacífico Colombiano.
En primera instancia, es agradable el aforo de 12 personas de la sala por exposición, ya que la poca cantidad de asistentes permite una mejor inmersión en las presentaciones. Las propuestas y la ambientación del lugar son cautivadoras, lo cual prepara al espectador para lo que sigue. Lo primero que resalta es la imagen de Rafael Cassiani, un maestro palenquero que tiene la intención de mostrar cómo se ha conservado una tradición musical; sin embargo, debido a la musicalidad característica de la región que suena en la sala, se dificulta escuchar y entender apropiadamente lo que cuenta el maestro, un hecho lamentable ya que la escenografía y la narración presentan una parte maravillosa de la cultura y tradición colombianas.
Lo siguiente en capturar la atención son las luces que forman una cortina para darle la bienvenida a la experiencia de realidad virtual, una manera llamativa e innovadora de contar la historia de la fundación de San Basilio de Palenque; aún así, no se permite visualizar la historia completa por cuestiones de tiempo, con el fin de que la mayor cantidad de público pueda contar con un momento de participación. Esto perjudica el impacto positivo que pretende esta exposición; algunos asistentes concuerdan con el hecho de que la magia de la experiencia está en poder “sumergirse en el relato completo,y el cortarlo limita dicho encanto”.
Una parte fundamental es el mediometraje interactivo que presenta una fusión entre lo documental y la ficción, que es presentado en unos dispositivos dentro de la sala; no obstante, por razones técnicas no es posible disfrutarlo plenamente dado que se detiene constantemente y no permite observar fluidamente el contenido. Aún así, es posible disfrutarlo en casa gracias a los volantes que se encuentran en la sala que tienen un código QR que direcciona al mediometraje.
En conclusión, la idea de la experiencia es cautivadora, envolvente e innovadora, con mucho potencial, pero los errores técnicos y de organización impiden disfrutar plenamente lo que plantea El Beat. A pesar de esto, esta clase de proyectos merecen el apoyo de la audiencia porque exploran la cultura colombiana desde las regiones y sus memorias, transportando el conocimiento de las tradiciones de una manera diferente y que vale la pena recorrer.