En un comunicado emitido este 22 de diciembre, la Santa Sede reafirma su “posición favorable” ante las vacunas e insiste en la necesidad de que la comunidad internacional intensifique los esfuerzos para que todos tengan acceso a ellas.
En el mensaje se recuerda que el papa “definió la vacunación como un acto de amor, ya que tiene como objetivo proteger a las personas contra el covid-19“.
Este pronunciamiento se da a propósito de la publicación de dos documentos elaborados por la Pontificia Academia de la Vida y la Comisión Vaticano Covid-19, sobre los problemas y patologías provocadas por la pandemia en niños y adolescentes, así como un llamamiento a una vacunación de los países más pobres.
En estas publicaciones se advierte de los problemas que suponen cerrar los colegios y piden que “en el futuro debe considerarse sólo el último recurso” y que se haga “sólo después de experimentar con otras medidas de control de la epidemia como una disposición diferente de los locales, los medios de transporte y organización de toda la vida escolar y sus horarios“.
Pues, aseguran, que la educación a distancia ha supuesto “el empobrecimiento del aprendizaje intelectual y la privación de las relaciones formativas (…) El cierre de las escuelas también ha interrumpido las relaciones sociales o las ha mutilado gravemente“, subraya el texto.