
Por Alejandra Rodríguez
Resulta que son personas como usted y como yo, que diariamente desempeñan su labor en territorios muy apartados, principalmente en aquellos lugares donde la lucha se hace más compleja, y el hecho de lograr un resultado exitoso requiere trabajo y dedicación diaria, pero esto no significa que solamente sea en campo rural. En los barrios del sur de la capital (Bogotá) se identifican pequeñas juntas comunales en las que se tratan problemáticas que azotan a la comunidad y en las que se llevan a cabo estrategias de implementación, para intervenir de manera directa a los actores principales.
Esos líderes sociales que Colombia conoce, solo cuando aparecen en un medio de comunicación, o de los que las personas apenas escuchan hablar por comentarios anecdóticos, se encargan de los problemas de tierras, de la lucha por los derechos humanos y los de sus etnias. Son esos que no temen exigir, pelear por aquello que desean y por alcanzar esa justicia y equidad por la que durante varios años se viene combatiendo pero que es ignorada por falta de interés y apropiación de la sociedad.
Todo resulta muy bonito y llamativo, pues se cree que es una labor que estas personas hacen sin cobrar, pero, así como cualquier ciudadano, ellos requieren de dinero para subsistir. Para los líderes sociales el hecho de tener una remuneración es incierto; su pago es ver realizada la justicia social, la equidad o el cumplimiento de sus principios, y es precisamente por estas tres últimas razones por las que son asesinados.
Entonces, el rol de madre o padre queda a un lado, porque cuando deciden ejercer esta labor, no existen horarios de descanso, las noches se vuelven días y las mañanas tardes,tiempo que es utilizado para generar soluciones con sus colectivos, porque visitan entidades públicas, realizan charlas en los colegios, hacen encuentros con la comunidad, y gestionan información referida a las problemáticas que aquejan a sus comunidades. En medio de todas estas tareas se crean contactos con varias poblaciones para asimismo ayudarles.
Los líderes sociales luchan por lo que les pertenece, lo que el país ignora por completo es que aquellos que se encuentran en el poder, buscan de múltiples maneras derrumbar todo lo construido, bien sea por medio de leyes, amenazas o en última instancia con la muerte.
Y entonces, ¿será que vale la pena seguir pasando tantas injusticias, mientras creemos que todo lo que no logra afectarme personalmente no tiene importancia?