Por: Alexandra Lozano. 4.º semestre
A comienzos de este año, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, trinó un listado en el que se enumeran 2164 estudiantes que llevan entre 14 y 39 semestres en la Universidad de Antioquia (UdeA), lo que causó controversia a través de redes sociales. La polémica desató la pronunciación de funcionarios públicos, ciudadanos y universitarios, donde las universidades públicas se convierten en tema de conversación por rezago de semestres académicos de sus alumnos.
A través de redes sociales, inicialmente en X hubo debates por los estudiantes que llevan varios semestres en la UdeA y no se han graduado. En la descripción del trino, Rendón indica que le exigió explicaciones al Consejo Superior de la universidad, pues sospecha que dentro de ese listado de alumnos activos que llevan cursando más de 14 semestres en un programa, se encuentran las “personas que van a la universidad a hacer cosas distintas a estudiar”, indicó.
Las opiniones estuvieron divididas: hay quienes asumen el atraso de semestres como un acto de vagancia y desaprovechamiento del dinero del Estado, tal es el caso de la senadora María Fernanda Cabal, que le reclamó a la izquierda por no estar presente en este hecho que denominó como de “corrupción”, mientras otras personas consideran que ese listado da cuenta de una cantidad de cifras sin ofrecer un contexto de la problemática.
Lo anterior originó el pronunciamiento de muchos ciudadanos egresados de las universidades públicas que contaron las distintas problemáticas a las que enfrentaron durante el periodo de sus estudios; entre estas, el deber de estudiar y trabajar al mismo tiempo, los extensos horarios académicos los obligaban a matricular menor cantidad de materias, hecho que alargaba los tiempos de graduación. Así mismo, están aquellos universitarios que se enfrentaron a calamidades domésticas y que no recibieron atención ni calidad en materia de salud emocional, entre otras circunstancias, afectaban el periodo de graduación en los tiempos estipulado.
La Universidad de Antioquia: rigurosa en la academia y abierta en formación, debate de las ideas y confluencia de saberes, debe cuidarse.
— Andrés Julián (@AndresJRendonC) January 31, 2024
En Consejo Superior pedí explicación por este listado. Personas que llevan muchos semestres y que, por alguna razón, nunca se gradúan. Me… pic.twitter.com/8adxNVTm6D
En una entrevista con Vicky Dávila y Jairo Lozano en la Revista Semana, el gobernador de Antioquia señaló que su intención consistía en indagar la situación de cada uno de los estudiantes involucrados en el rezago académico de la UdeA. Según sus afirmaciones, considera que el problema también se explica porque hay una deficiente atención administrativa por parte de la universidad, razón por la cual es necesario saber si se debe implementar un programa de bienestar estudiantil o si, por el contrario, se trata de un problema de seguridad.
A través de redes sociales y de medios de comunicación tradicionales se presentaron múltiples inconformidades ante la acusación de Rendón, quienes en su mayoría no dudaron en tildar este hecho como un estigma social, derivado del poco conocimiento de la realidad de los universitarios, a lo que el gobernador Rendón respondió que sí la conocía porque hacía 15 años había sido secretario de gobierno del departamento, y que en virtud de este cargo había asistido en un par de ocasiones a reuniones de la Presidencia del Consejo Superior de la universidad, de la que actualmente es titular por ser gobernador departamental. Rendón agregó que la problemática no se da tanto por conocer las realidades, sino por ideologizar las discusiones, reiterando que su opinión no es de derecha ni de izquierda, sino un llamado de atención a la ineficiente aplicación de los recursos públicos del departamento.
La directora de Bienestar de la UdeA, Marcela Ochoa, a su vez explicó que el alto número de semestres matriculados por estudiantes, cifra que ascendía a 2164, según la tabla publicada por el gobernador, representan el 6% de los inscritos en el primer periodo académico de 2023, en tanto que quienes han cursado 20 semestres o más, son el 0,7%. Ochoa insiste en la necesidad de analizar y comprender las particularidades de cada caso de atraso estudiantil, y añade que en esta situación la generalización no ayuda a comprender la magnitud real del problema, e insiste en la importancia de continuar trabajando para que ese 6% de estudiantes pueda graduarse sin más inconvenientes de los que actualmente presentan, así como para generar las condiciones necesarias para que el 94% restante culmine su carrera profesional en el tiempo estipulado.

La prolongación académica es una problemática que viene afectando al Estado y a quienes se ven obligados a aplazar semestres, inscribir menor cantidad de créditos o cancelar materias; esta situación que se viene presentando hace varios años, que incluso se constituye en una causa central de la deserción estudiantil, afecta tanto a instituciones públicas como privadas. En un informe de 2011 publicado por la Universidad Nacional de Colombia (Sede Medellín) se muestra que cuantos mayores sean las cifras de rezago académico, no disminuye el índice de deserción, y, por el contrario, lo incrementa de manera leve.
El medio de comunicación La Silla Vacía publicó un video en el que explica las razones por las cuales los estudiantes de universidades públicas pueden tardar tanto tiempo en graduarse; de igual manera, muestra que existe un estigma en el que se asocia la facilidad con el proceso académico en estas instituciones, porque las matrículas son más baratas e incluso gratuitas, así que se piensa que la carga académica es inferior, en razón a que hay menor preocupación socioeconómica. Sin embargo, este medio de comunicación aclara que el 92,5% de estudiantes de estas instituciones pertenecen a los estratos socioeconómicos uno, dos y tres, a diferencia de las universidades privadas donde el 80% de los estudiantes tienen origen en los estratos socioeconómicos cuatro, cinco y seis. El informe añade que el 24% de los jóvenes en Colombia debe trabajar para mantenerse y pagar sus materiales. La respuesta al video de La Silla Vacía fue una ola de comentarios.
Varios usuarios aseguran haber estudiado en universidades públicas y conocer casos de compañeros a quienes acusan de vagos o que han incurrido en actos de corrupción, hecho que les permite conservar su cupo dentro de las instituciones a fin de permanecer más tiempo del previsto. Connie Rosio Rocha, usuaria de YouTube, narra que, en su proceso por la educación superior pública, distinguió a varios estudiantes que pertenecían a altos estratos, pero hacían trampa en su posición social para tener los beneficios que el Estado les brinda a las personas que carecen de oportunidades socioeconómicas.

Otra cara de la moneda la muestran cibernautas como Nicolás David Garzón Pedreros, quien señala que las universidades públicas tienden a tener un pésimo servicio en los sistemas de inscripción, por lo que no siempre los estudiantes alcanzan a matricular las materias que necesitan; a esto agrega que las instituciones de educación superior públicas tienen menor flexibilidad horaria que las universidades privadas.

En 2010 el periódico Portafolio, especializado en asuntos económicos, realizó un informe, en el que señala que de acuerdo con el Sistema para la Prevención de la Deserción en la Educación Superior (SPADIES), se presenta un rezago importante en los tiempos de graduación esperados de manera general, ya que de los estudiantes que ingresan a las universidades en Colombia sólo el 28% se graduó luego de haber cursado 12 semestres, y agrega que la deserción alcanza niveles del 45%, esto quiere decir que el 32% restante son estudiantes que sí culminan sus programas académicos, pero tardan un tiempo mayor al esperado.
“La tasa de graduación luego de seis años de estudio en las universidades públicas es del 25%, frente al 29% de las privadas”. Esto confirma que desde hace más de 13 años es palpable la problemática de la postergación académica en la educación superior por lo que es imperativo tomar medidas pertinentes para mejorar la calidad estudiantil y evitar prolongar los tiempos en la formación profesional. Lo anterior implica un trabajo de campo estructurado, en el que no se generalice ni estigmatice de manera negativa la educación pública y a quienes acuden a ella.
Un trino que parecía una opinión individual de un desafío que tenía lugar en la Universidad de Antioquia, desató un debate nacional que ahora compete a todas las universidades públicas del país. Los mismos estudiantes estuvieron activos mediante pronunciamientos ante los cuestionamientos del atraso en la graduación de carreras profesionales. En el caso de la UdeA, manifestaron su inconformidad con las palabras de prejuicio y estigmas que expresó el gobernador de Antioquia: “el mensaje inicial, así como las respuestas a varios medios de comunicación, muestran que el gobernador optó por ejercer una presión política externa sobre las instancias universitarias para incidir, en primer lugar, en el diseño de una agenda política basada en el disciplinamiento y el control y, en segundo lugar, en la designación del nuevo rector de la Universidad de Antioquia”, indicaron en un comunicado ante la opinión pública.
Los estudiantes de la UdeA señalan que las palabras del gobernador, Andrés Julián Rendón, están motivadas por la elección del nuevo rector de la Universidad, quien deberá trabajar de la mano con uno de los diez candidatos que sea designado, pues el actual rector, John Jairo Arboleda Céspedes, culminó su periodo estatutario el 6 de abril. Arboleda que también participó de la discusión, explicó, respecto de los denominados estudiantes eternos, que las cifras expuestas por el mandatario regional, aluden a personas con historias de vida distintas, que estudian a su ritmo por diferentes razones. Agregó que el publicitado listado no representa los semestres estudiados de manera continua, ya que un estudiante puede cancelar el semestre y reingresar en tres años, o existen los profesionales que después de haber culminado su carrera se inscriben a un nuevo programa académico.
La prolongación de estudios en un programa de educación superior es un hecho al que hay que ponerle lupa y tratar los casos de manera individual, ya que interpretar estas dificultades de forma general no resulta el modo más efectivo para resolverlo. Lo cierto es que los comentarios llenos de prejuicios, que ponen en tela de juicio a más de 2.000 estudiantes, solo en la UdeA, y que convierte en un episodio mediático el debate sin fundamento académico, invitan a discutirse las implicaciones de esta problemática que involucra un derecho fundamental como el acceso a la educación; sin embargo, esto será posible cuando haya datos que permitan la clara toma de decisiones.
Se espera que el mandatario regional, Andrés Julián Rendón, desarrolle las medidas necesarias para evitar el rezago de estudiantes de la UdeA junto con quien se posicione como nuevo rector. En el mismo orden de ideas, las comunidades estudiantiles están a la expectativa por las tareas a ejecutar por parte del Gobierno de Gustavo Petro quien ha manifestado su interés por el mejoramiento de la calidad de la educación de los colombianos.
En resumen, uno de los temas relevantes a partir de la ola mediática es, por un lado, trabajar para que los estudiantes eviten inscribir menos créditos y/o aplazar más semestres. Y, por el otro, invertir en las universidades públicas para que haya menos dificultades en el servicio de inscripción de materias y mayor disponibilidad de cupos a fin de que los estudiantes encuentren más alternativas para acceder a la educación superior.