Por: Esteban Garzón Sánchez
The Dead Evil es una franquicia con un universo cinematográfico, con varios videojuegos, comics, una serie de televisión e incluso un musical. La idea original de Sam Raimi se centra en el despertar de fuerzas sobrenaturales, gracias a un libro que permite la invocación de demonios (el Necronomicón idea original de H.P Lovecraft), que inician una masacre.
La historia es una mezcla de tintes de terror, acción y sátira ácida. Evil Dead Rise, la última secuela de esta saga mantiene la línea original del libro maldito, la posesión y la consecuente lucha por la supervivencia, trayendo varias referencias de las anteriores entregas incluyendo la icónica motosierra, o nombrando la cabaña aislada de las primeras historias, e incluso un cameo de algunas películas del género como ‘El resplandor’ (1980). Pero aun así no es solo una actualización de las anteriores entregas, pues es mas arriesgada en algunas escenas dando verdaderos sustos y manteniendo el suspenso a lo largo de las secuencias.
La versión original de 1981 se atoró en la tecnología de su época, esta nueva entrega puede darle más construcción al diseño oscuro de sus personajes, con escenas mas intensas que permiten entender a los protagonistas que se enfrentan a algo sobrenatural; el uso de espacios cerrados mantiene al público con esa sensación de estar atrapados, no temen incluso exagerar con el uso de la sangre, mucho más que en cualquiera entrega de la saga.
Los personajes tienen un rol muy definido, aunque no se exploran muy a profundidad, pero eso no impide que cumplan con su lugar en la trama, justamente el no saber nada de ellos permite que sea impredecible su destino, es por eso que la película es divertida, logrando mantener atentos y entretenidos a los espectadores, a los que logra sacarles más de un susto, al mismo tiempo que dibujarles una risa macabra, pues tiene un humor oscuro que no teme pasar del miedo a la ironía en una misma escena.
No es fácil hacer una continuación con la carga de las anteriores historias, pero aun así el director Lee Cronin logra entretener con una película que definitivamente es mas cruda, mas sangrienta, que innova en algunas cosas, pero que mantiene los recursos originales, que juega con la iluminación para mantener un aura de ese terror clásico de un juego, que en la película cumple muy bien su función.
Muy recomendada para tener varios buenos sustos, además de ser entretenida para el genero y refrescando un poco, todas estas propuestas de terror en lo que va corrido del año.