Por: María Alejandra Giraldo Benitez
Antes de ser alcalde, ocupó cargos públicos en Medellín y Antioquia, incluyendo el de secretario de Gobierno de Medellín. Su entrada en la política se produjo como respuesta a la necesidad de abordar la violencia y la inseguridad que aquejaban a Medellín en ese momento.
Federico Gutiérrez se convirtió en alcalde de Medellín en el periodo 2016-2019. Durante su mandato, enfocó sus esfuerzos en temas como la seguridad ciudadana, la movilidad urbana, la inversión en infraestructura y el fortalecimiento del tejido social en la ciudad.
Su gestión estuvo marcada por iniciativas para reducir los índices de criminalidad y mejorar la calidad de vida de los habitantes de Medellín, pero también estuvo salpicado por el escandalo de la Oficina de Envigado, donde resultó condenado el Secretario de Seguridad de su gobierno.
También fue criticado por su enfoque en la seguridad a expensas de otros problemas, como la desigualdad y la falta de acceso a servicios básicos en algunas áreas de la ciudad. Además, surgieron denuncias de abuso policial durante su mandato, lo que generó tensiones en la relación entre la administración municipal y la sociedad civil.
Medellín es la segunda ciudad más grande de Colombia, ha enfrentado numerosos desafíos a lo largo de su historia, incluyendo la violencia relacionada con el narcotráfico y la pobreza. Pero, también tiene una población resiliente, que cree en nuevos rumbos y es reconocida por su innovación tecnológica y transformación socio-cultural.
La candidatura de Federico Gutiérrez a la alcaldía de Medellín ha generado opiniones divididas en la ciudadanía y entre los expertos políticos. Algunos elogian su enfoque en la seguridad y su capacidad para reducir la violencia en la ciudad. Argumentan que su experiencia previa le permite abordar los problemas de seguridad de manera efectiva.
Por otro lado, existen críticos que consideran que su gestión pasada no abordó de manera adecuada los problemas de desigualdad y desarrollo social en Medellín. También señalan que las denuncias de abuso policial durante su mandato deben ser tomadas en cuenta.
Pero si bien es cierto, las elecciones de la Alcaldía de Medellín, suelen estar marcadas por la evaluación de los votantes sobre el desempeño del alcalde saliente, en este caso Daniel Quintero, quien renunció a la Alcaldía de Medellín por apoyar completamente al candidato Juan Carlos Upegui.
Fredy Sánchez, empresario de Medellín, cuenta que Daniel Quintero renunció a su alcaldía para hacerle política al candidato Upegui y lograr subirlo en las encuestas, “pero notablemente lo acabó de hundir”, acotó Sánchez.
Y esto se debe principalmente a la inconformidad de los ciudadanos con la gestión de Daniel Quintero, pues en las calles se escucha decir “(…) solo hizo fue robar”.
La señora Adriana López, quien comercializa ropa interior en el comercio de la ciudad, manifiesta que desde que Daniel Quintero llegó a la alcaldía de Medellín, la ciudad ha presentado un retroceso grande en cuanto a infraestructura, seguridad y economía, cuenta que anteriormente había cierto temor cuando se veía a la fuerza pública, ya que había mucho control en materia de seguridad y eso generaba en ocasiones abusos policiales, pero por lo menos se sentían más seguros en el comercio y se veía el avance como ciudad. “En la guerra caen los inocentes, pero la seguridad es primordial para el desarrollo de la ciudad” precisó la señora López.
Alberto Monsalve, asesor político con más de 20 años de experiencia, precisa que: “…a lo largo de la historia ha habido momentos en los que las guerras han tenido un impacto en el desarrollo de ciertos países, esto no significa que la guerra sea considerada una herramienta deseable o necesaria para el desarrollo. En cambio, se considera una opción de último recurso y se busca evitarla en la medida de lo posible para proteger vidas humanas, fomentar la estabilidad y el progreso económico-social”.
Monsalve, se enfoca en que prefiere optar por estrategias diplomáticas, acuerdos de paz, negociaciones y cooperación nacional e internacional como medios para resolver conflictos y promover el desarrollo sostenible.
A escasos 10 días de las elecciones en Medellín, las encuestas apuntan a Fico como el candidato favorito de los ciudadanos, según la encuesta GAD3 Traking Colombia, manteniéndose de primero en la intención de voto con el 65,5 %.
Por otro lado, el candidato de Daniel Quintero, Juan Carlos Upegui, tiene una intención de voto del 14,2 %, quien tiene un desafío grande, ya que se encuentra 50 puntos porcentuales por debajo de Fico.
Si bien es cierto que las encuestas no dan un veredicto final, en las calles de la ciudad solo se escucha decir que Federico Gutiérrez será el próximo alcalde de Medellín, su experiencia como exalcalde y su enfoque en la seguridad ciudadana son puntos clave de su campaña.
Dentro de sus propuestas están:
1. Construir una Cárcel Metropolitana para el Valle de Aburrá como proyecto liderado desde Medellín.
2. Propone recuperar el camino de Ruta N para que vuelva a ser el motor de innovación de la ciudad y ampliar el impacto del Banco Distrital de Medellín.
3. Crear el Observatorio de asuntos de género para Medellín.
4. Plantea fortalecer las acciones de prevención del embarazo infantil y adolescente, y de las uniones tempranas, con enfoque diferencial y de atención a las migrantes.
5. Fortalecer el 123, además ampliar el número de cámaras de seguridad (LPR) instaladas en la ciudad y realizarán una integración con las cámaras de sistemas privados. También, implementar un sistema de alarmas comunitarias en zonas de alta afectación delictiva conectadas con el 123.
Adicional, desde sus redes sociales, el mismo Federico Gutiérrez les prometió a los jóvenes que convertirá a Medellín en potencia cinematográfica y de entretenimiento, pues Medellín ha sido la cuna de grandes talentos mundiales e impecables producciones audiovisuales. Esto generó gran expectativa entre los jóvenes que quieren seguir los pasos de grandes ídolos del mundo audiovisual.
Pero, Luis Miguel Arbeláez, productor musical de la ciudad, quien también sueña con potencializar la industria cinematográfica en Medellín, no se hace a la idea de apoyar a un candidato que “ha sido salpicado de tantos actos oscuros”
Arbeláez es un joven que vivió la violencia de la comuna 13, cuando tenía tan solo 8 años su madre murió por un impacto de bala. Recuerda este hecho que lo llevó a salir a la fuerza de este sector con nostalgia y se lo atribuye a la “seguridad democrática” impulsada por la ultraderecha, a la cual pertenece el candidato Fico.
Sueña con ayudar a muchas personas de la ciudad y cree firmemente que la industria audiovisual puede llevar a Medellín a ser una ciudad de potencia mundial, pero encuentra en su memoria imágenes de dolor que no lo dejan comulgar con las ideas del candidato.
El resultado de estas elecciones tendrá un impacto significativo en el futuro de Medellín y marcará un capítulo importante en la carrera política de Federico Gutiérrez.
En el momento nada está completamente escrito y en la política todo es cambiante, pero lo que sí está claro es que esta candidatura está marcada por un balance entre logros notables en seguridad y críticas sobre otros aspectos de su gestión pasada. Su historia política, relaciones con la ultraderecha colombiana y la opinión dividida de la ciudadanía hacen que estas elecciones sean particularmente interesantes.
Los ciudadanos de Medellín tendrán la oportunidad de decidir si Gutiérrez merece un segundo mandato y si sus propuestas son suficientes para abordar los desafíos multifacéticos que enfrenta la ciudad o le dan nuevamente la oportunidad a Daniel Quintero con su candidato Juan Carlos Upegui.