Por: Santiago López Ortega

En el podcast Einfach mal Luppen, el jugador del Real Madrid Toni Kroos señala, “Nosotros, los jugadores, solo somos marionetas en estas nuevas competiciones inventadas por la FIFA y la UEFA. Nadie nos consulta sobre las nuevas competiciones que se están creando”. Es el caso de la supercopa de España cuya más reciente edición se jugó en Arabia Saudita.
El fútbol ahora enfrenta la urgencia de recuperar los ingresos que se perdieron cuando tuvieron que suspenderse los distintos campeonatos; el primer cambio, en razón del calendario tan congestionado que tienen los equipos, es la exigencia física de los jugadores, pues los clubes profesionales realizan entre 5 y 6 horas de entrenamiento por día, divididos en dos sesiones, y en algunos casos excepcionales en pretemporada de 3 sesiones al día, sumados a las sesiones en gimnasio y de preparación general. Ahora que hay más partidos, la recuperación en los jugadores es más corta, y aunque se modificó la norma de sustituciones en los partidos y ahora se pueden realizar cinco cambios en un solo juego, (antes eran tres), el rendimiento que se les exige a los jugadores no disminuye. En la liga inglesa, Premiere Leage, en las primeras cinco jornadas se contabilizaron 78 lesiones musculares, un 42% más que en la temporada anterior, y la liga española llegó a la misma cifra en los primeros cincuenta días de competición.
Las críticas expresadas por Thomas Tuchel, director técnico del Paris Saint Germain (PSG) y Julen Lopetegui, director técnico del Sevilla, sobre que los jugadores son tratados como maquinas, son fundamentadas, puesto que ahora que los equipos deben mostrar resultados, los jugadores deben tener una mejor y dura preparación física, además de cuidarse de no contagiarse de coronavirus, para no perjudicar a todos sus compañeros, y creer que para eso entrenan y les pagan, es una forma cínica de pensar.
El fútbol es presa del afán para adelantar sus competiciones importantes, sin que importe la salud de los jugadores; los aficionados ahora solo esperan resultados por la rapidez que FIFA, UEFA y CONMEBOL imponen en sus competencias. Si la pandemia sigue azotando al mundo, que parece lo más probable, las organizaciones que gobiernan este deporte seguramente pensarán en nuevas formas para seguir fomentando el negocio que significa este juego, dejando de lado la pasión que caracteriza y vive dentro de las personas que amamos el fútbol.