El presidente Iván Duque informó que prohibía cualquier tipo de pesca de tiburón, sin importar si es artesanal o industrial, con el fin de conservar dicha especie. Así mismo, reconoció que la decisión podría traer efectos al sector pesquero, razón por la cual pronto emitirá un decreto por parte del Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Ambiente donde se establecerán las medidas de compensación para los pescadores.
El mandatario indicó que desde el año pasado se viene trabajando con distintos expertos para proteger diversas especies importantes para el territorio, razón por la cual la mencionada decisión se tomó de forma soportada y sustentada.
En otros momentos ya había hecho intentos por llegar a la prohibición actual, pues en 2010 se prohibió la pesca de estos animales a nivel industrial, aunque aún se realizaba de forma artesanal en algunas zonas costeras, principalmente en el área insular. Posteriormente, en el 2019 se prohibió la pesca de estos en San Andrés y Providencia, sin embargo, se mantenía la pesca artesanal con ciertos criterios técnicos establecidos por la Unidad Nacional de Pesca.
El presidente expuso que en medio de la pandemia por el COVID-19 es necesario fortalecer la protección de los océanos y las especies marinas, razón por la cual anunció que Colombia asumirá el compromiso de reducir el 51% de las emisiones de gases efecto invernadero para el 2030, teniendo en cuenta que el país representa el 0,4% de todas las emisiones globales de estos gases. Así, expresó que “somos uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, lo sentimos con la frecuencia del fenómeno de la niña o del niño, lo sentimos en la erosión costera, lo sentimos también en este año récord de huracanes”.
Por su parte, algunos defensores de los tiburones se manifestaron respecto a la nueva directriz política.
Sandra Bessudo, fundadora y directora ejecutiva de la Fundación Malpelo (orientada a la conservación, preservación, educación e investigación del medio marino colombiano), postuló que “es importante que los colombianos y pescadores entiendan la importancia de estos tiburones, no solamente, para no ser consumidos en el tema de salud de nosotros, sino de la salud de los océanos, ya que los tiburones son reguladores de la buena salud de los océanos alimentándose de los más débiles y de los enfermos evitando así también epidemias en el mar”, con lo que respaldó la decisión al considerarla necesaria y que permitirá tener un mejor monitoreo.
Fabio Arjona, director de Conservación Internacional Colombia (una organización orientada a la conservación de la diversidad biológica en el planeta), declaró que “la naturaleza no necesita de nosotros, pero los humanos sí necesitamos de la naturaleza. Esta decisión de política pública marca un hito en Colombia ya que significa muchas cosas en términos de decisiones. El tiburón, por ejemplo, pasó de ser un recurso pesquero a ser un recurso hidrobiológico, osea que su ámbito pasa del manejo de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca al Ministerio de Ambiente”.