Recientemente, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos informó que para poder respetar las medidas sanitarias de seguridad y evitar el contagio del COVID-19, han modificado el rito del Miércoles de Ceniza, adaptándolo a este tiempo de pandemia.
De acuerdo al comunicado, el sacerdote pronunciará la oración de bendición de las cenizas, luego las rociará con agua bendita y, posteriormente, la clásica fórmula del Misal Romano “conviértete y cree en el evangelio” será dicha una sola vez para todos los feligreses.
En cuanto a la imposición de la ceniza en la frente de los asistentes a la misa, el sacerdote la realizará luego de haberse lavado las manos y haberse colocado una mascarilla para proteger la nariz y la boca. Así, el cura tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada.
Estas medidas fueron aprobadas por el cardenal Robert Sarah y monseñor Arthur Roche, arzobispo secretario del Vaticano.