Escucha nuestras emisoras: 🔊 AUDIO EN VIVO |

Escucha nuestras emisoras: 🔈 BOGOTÁ 1430 AM | 🔈 CUNDINAMARCA 1580 AM | 🔈 TOLIMA 870 AM | 🔈 SOACHA | 🔈 NEIVA | 🔈 SOLO MÚSICA

Homicidio en el 460 – segunda parte

por: Gabriela Santos

El apartamento 460 quedó en total aislamiento mientras avanzaba el proceso de investigación, era escalofriante ver todos los días una equis hecha en citas amarillas pegadas en la puerta de la casa, todos habían empezado a rumorar que lo habían matado por deber algún dinero, o por las tantas rifas que el señor hacía. Lo relacionaban con dinero mal conseguido y que tal vez hubiera sido por venganza que lo habían matado. Todo se quedó en rumores porque ocho días después, Camila se enfrentaba con el descubrimiento de la situación.

- Patrocinado -


Un lunes festivo, el día perfecto para hacer las tareas propias de una estudiante de grado décimo. Camila estaba concentrada en los deberes que tenía que entregar al día siguiente cuando suena el timbre de su casa, sin hacer ruido se levanta con su pijama de conejos y ve quién es, solo logra ver el logo de la SIJIN. El miedo de ese día vuelve a aparecer dentro de las entrañas de Camila. Corrió a esconderse en el cuarto de su abuelita.

Doña Graciela abre refunfuñando porque la niña no fue capaz de abrir la puerta, cuando lo hizo, vio que era la esposa de Felipe y la hija de ellos dos, junto a un oficial de la SIJIN. El hombre se presenta y va entrando a la casa de Camila preguntando con nombre propio por ella. La mamá le dice que ella está adentro y le pregunta por el motivo de su búsqueda.

Doña Rubiela empieza por explicarle que Camila fue la única que vio al hombre que mató a su esposo y que después de examinar todas las cámaras de seguridad, por buena suerte, Camila es quién puede ayudar a dar con el paradero del responsable.

Camila atemorizada oye que hablan de ella y sale a ver qué es lo que está sucediendo, decide hacerle frente a su miedo y preguntar a los personajes sentados en la sala. El agente Carlos de la SIJIN, le explica la situación y aunque ella se repite dentro de sí misma las palabras que le dijo su madre de no haber visto a nadie ese día, no le queda otra más que ceder y contar lo sucedido.

Después de contar aquel extraño encuentro el viernes 23 de abril de 2016, el agente procede a explicarle a la mamá que su hija es pieza clave en la investigación y que tiene que hacerle frente a un interrogatorio en la sede de la Policía de infancia y adolescencia para que cuente todo lo sucedido en ese día. La mamá dice que no, la niña no va a involucrase en ese caso, que ya había sido suficiente con lo que ella había ayudado en la escena del crimen.

El agente se puso la defensiva y no le quedó de otra que sacar el as bajo la manga y le dijo: “si usted no colabora con el proceso de investigación en el que es pieza clave su hija, no me queda de otra que pedir una orden al juez donde me permita sacarla en una patrulla de las instalaciones educativas en cualquier día y a cualquier momento para realizar el interrogatorio”. La madre para no hacer pasar a su hija por tal humillación, accede a llevarla por su propia cuenta el día que la citen.

Un año después, en una noche como cualquiera, llaman a la casa de Camila preguntando por doña Graciela, era el agente Carlos citando a la nena el día siguiente dentro de la Policía de infancia y adolescencia en el Ricaurte en Bogotá. La jornada de interrogatorio fue completamente normal.

Después del interrogatorio venía el retrato hablado, pero por desgracias de la vida Graciela, quien padecía una enfermedad terminal, fallece en septiembre de 2017, y Camila queda a cargo de su tía. La nena empieza a afrontar su duelo de la más cruda manera, cuando en una noche de esas frías de noviembre llaman a su casa.

Era el agente Carlos pidiendo hablar con Graciela, la tía Rosalba es quien pasa al teléfono un poco miedosa de lo próximo que le toque hacer a la niña. A ella no le gustaba que Camila estuviera metida en ese proceso, pero no tenía de otra. El agente le dice que el miércoles próximo tendrá la sesión de retrato hablado dentro de las mismas instalaciones de la Policía de infancia y adolescencia.

Faltaba un día para la sesión cuando Camila llegaba a su casa del colegio, en esos instantes pasa una moto sin identificación alguna, con dos hombres que se quedan mirándola. La moto da la vuelta y se parquea algunos metros más adelante.

A Camila la cuida su mamá desde la eternidad, pero ese día escuchó claramente como ella le dijo que se cruzara, la nena hizo caso. Cruzó la calle como había oído dentro de su cabeza, pero los hombres en la moto seguían esperando que ella avanzara. Solo tuvo valor para pedir ayuda dentro de un salón de belleza.

Una de las estilistas salió a ver quiénes eran, la moto estaba más adelante aun esperándola. La estilista quien tenía alarma dentro del local, la enciende haciendo que la moto arrancara a una velocidad descomunal. Camila estaba temblando de miedo, sabía que estaba relacionado con lo que iba a hacer al otro día en ese retrato hablado. La Estilista la lleva hasta la casa.

Cuando Camila llega llorando, Rosalba encaja algo que le había contado su hermana que vivía al lado del colegio donde estudiaba la niña. Una moto sin placas y con dos hombres seguía la salida y la entrada de los estudiantes en el colegio. Todo cuadraba, venían por Camila.

La nena dio un paso atrás en la investigación, y se retiró. Aunque con desaprobación del agente Carlos que nunca creyó que le había pasado esto por el caso del homicidio. Al día siguiente de no haber asistido al encuentro, Camila dejó de ver la moto y de escapar de ella. Sin embargo, le dejó un trauma gigante que hasta el día de hoy de vez en cuando revive.

La investigación concluyó en que Felipe estaba envuelto en unos negocios turbios con homosexuales y que, al no querer pagar por los servicios prestados con dinero en efectivo, pagó con su vida. Hasta el día de hoy no se sabe quién es el responsable del atroz crimen y de las verdaderas razones que le dio para cometerlo. 

Camila sigue viviendo en la casa donde empezó todo, y de vez en cuando, al pasar por la puerta del apartamento 460, revive el arduo proceso que tuvo que pasar mientras estaba metida dentro de la investigación. Nunca olvida la sonrisa de aquel hombre que le hizo sentir tanto miedo aquella vez.

| Nota del editor *

Si usted tiene algo para decir sobre esta publicación, escriba un correo a: radio@uniminuto.edu

Otros contenidos

Contenidos populares