Por: Mariana Corredor Mojica
La localidad de Usme presenta uno de los niveles de ejecución presupuestal más bajos, por lo que se evidencia factores de riesgo como el manejo de residuos, lo que contribuye a la contaminación del medio ambiente y el exceso de gases peligrosos para la salud; adicionalmente, Usme se enfrenta a problemas que requieren solución prioritaria como la situación de extrema pobreza y miseria en que vive actualmente la población, ya que un 14,8% presenta Necesidades Básicas Insatisfechas, un 88% se encuentra clasificada en los niveles 1 y 2 por el Sisbén y la totalidad de su población está dentro de esos mismos estratos socioeconómicos.
Por otro lado, esta localidad presenta, junto a Ciudad Bolívar y Santa Fe, una de las principales tasas de desempleo, por ende, la situación empeora para aquellas familias que sostienen sus gastos diarios a partir del trabajo informal debido al aislamiento obligatorio y las medidas de bioseguridad decretadas por el Gobierno Nacional.
Una de las residentes de la localidad de Usme, Ana Milena Mejía expresa su opinión frente a las medidas de control sanitario por el COVID-19 y cómo estas han sido un factor de vulnerabilidad a nivel económico, laboral y social en el sector. Cabe aclarar que esta localidad, desde hace ya varios años, presentaba fallas, así lo expone la Secretaria Distrital de Hacienda en su diagnóstico físico y socioeconómico de las localidades.
A partir del 8 de abril el Gobierno Nacional expidió el Decreto 531, mediante el cual se imparten instrucciones para el cumplimiento del Aislamiento Preventivo Obligatorio en todo el territorio colombiano, teniendo en cuenta que en esta localidad la mayoría de población se dedica al trabajo informal ¿cuáles han sido las principales dificultades que ha evidenciado a nivel económico en su hogar?
Ana Milena Mejía: Es cierto que la mayoría de las personas nos dedicamos al trabajo informal, por ejemplo, yo soy modista y trabajo con “satélite” cuando es el madrugón en el centro de Bogotá, muchas personas de la localidad venden comida y muchos trabajan como vendedores ambulantes. Por consiguiente, la dificultad más grande que hemos afrontando es la falta de recursos, la incertidumbre de qué puede pasar, pues nosotros no podemos darnos el lujo como las grandes empresas o los importantes empresarios, de quedarse todo el tiempo en la casa, teniendo en cuenta que no se cuenta con el dinero suficiente para abastecer a toda una familia; en este caso, soy madre cabeza de familia y tengo dos hijas, una de ellas tuvo que reinventarse para lograr solventar los gastos diarios, por otro lado, empezamos con la venta de tapabocas, pero ya las ventas han disminuido considerablemente.
Según uno de los últimos comunicados por parte de la Alcaldía Local de Usme, la Secretaría de Gobierno apoyará hasta con 10 millones de pesos a iniciativas que permitan mitigar el impacto socioeconómico por el coronavirus. Teniendo en cuenta lo anterior. ¿Considera que es una propuesta idónea o funcional para la localidad?, ¿cuál es su opinión frente a esta propuesta?
A. M. M: Pues en efecto, son muchas las familias que viven del diario, que buscan su alimentación “sol a sol” quizás con esos 10 millones de pesos se pueda ayudar, ya sea con mercados, productos de primera necesidad, entre otros; aunque es muy poco para una localidad tan grande, pero es mejor eso a nada.
“Sinceramente no he visto nada durante este tiempo, por parte de la Junta Administrativa, los únicos intentos de mejora que se han advertido son los de hace como un mes en donde entregaron como 500 mercados aproximadamente, esos venían por parte de la alcaldía de Bogotá y hasta ahora lo de la propuesta de los 10 millones. Adicional a ello no he escuchado más, incluso han ayudado más las fundaciones, y entre nosotros mismos, que la propia alcaldía local” concluye Mejía.
La alcaldía Local de Usme está ofreciendo canales de comunicación “participativa” por medio de conferencias virtuales para mitigar, no solo el impacto económico, sino también el social que ha generado el COVID-19, pero al parecer no es suficiente para suplir todas las necesidades de la comunidad que por mucho tiempo ha sido abandonada por diversas falencias estructurales.