Por: Luisa María Guzmán Santofimio, María Paula Guevara Pérez, Ingrid Lorena Martínez Triviño
Kamran Matin, politólogo de la universidad de Sussex, menciona que “a medida de que las protestas se han ido intensificando y propagando, incluso a ciudades y pueblos más pequeños, el régimen parece recurrir a más violencia, disparándoles con fuego real a los manifestantes” de tal forma que, en 2022, la ONU ha optado por dejar de intervenir en las decisiones que tome el gobierno iraní, pues, el Consejo Económico y Social, impulsado por EE UU, ha optado por expulsar a Irán de uno de sus organismos de defensa de los derechos de la mujer, esto, como consecuencia de los distintos episodios de represión del régimen iraní durante las protestas. Sin embargo, ¿desde qué momento surge el conflicto en Irán?
Inicios del conflicto
El territorio ha sido un lugar de disputa en el enfrentamiento entre los Estado Nación desde hace muchos años, en el que, en medio del conflicto, se busca controlar la zona e implementar su poder sacando provecho de la materia prima que yace en él o al ser lugares estratégicos para el paso de diferentes bienes y servicios. Si bien, según El Orden Mundial, EOM, (organización de análisis para explicar lo que ocurre en el mundo), Irán e Irak, mantuvieron en conflicto por la soberanía de unas islas en el golfo Pérsico y de 200 km2 en el sudoeste iraní, dejando a su paso más de un millón de muertos en los más de 8 años que duró el conflicto con el uso de armas químicas y apoyo internacional. Entre tanto, el control por la frontera o “Rio Shatt Al Arab” y diferencias ideológicas fueron la manzana que le hacía falta al pastel.
Irak intentó apoderarse de la provincia fronteriza de Juzestán, rica en petróleo y con mayoría de población árabe, al evidenciar que el Acuerdo de Argel de 1975 para consensuar el reparto de la soberanía, no era cumplido por la República Islámica. Sin embargo, Irán se vio más perjudicado, pues utilizó su presupuesto para financiar la guerra y dejó de importar alimentos y productos básicos hasta que la escasez y el racionamiento derivaron en conflictos internos. Adicional a esto, la guerra provocó un desabastecimiento de petróleo a nivel mundial porque las instalaciones petroleras de los países del Golfo quedaron afectadas. Fue la crisis económica lo que obligó a aceptar en agosto de 1988 un alto al fuego impulsado por Naciones Unidas.
Por otra parte, Estados Unidos e Irán mantienen tensiones desde la década de los 70, sin embargo, durante los años 50 mantenían buenas relaciones comerciales a las cuales se les dio fin con la Revolución islámica y la marcha del Shah Reza Pahlavi pues, fue debido a estos eventos que, se puso fin a la monarquía y se instauró un Estado teocrático. Estos cambios condujeron a un conflicto entre las dos naciones con eventos como, la toma de rehenes de 63 estadounidenses en la embajada de Washington ubicada en Teherán y la posterior ruptura de las relaciones entre Irán y Estados Unidos.
Tras la ruptura de estas relaciones, los norteamericanos enviaron tropas de apoyo a Irak en las guerras que mantenía con Irán, sin embargo, el intento de Estados Unidos por ver fracasar a Irán fue en vano y, por el contrario, se obtuvo como resultado el fracaso de Irak, quedando a manos del dictador Saddam Hussein, fortaleciendo sus tropas e intereses. A raíz de ello, la enemistad que tienen los distintos países abrió paso a que los vínculos diplomáticos entre estas dos naciones fueran totalmente nulos, por ende, en la actualidad los intereses de Irán en Estados Unidos son mediados por Pakistán, mientras que, los intereses de EE. UU. frente a Irán son defendidos por Suiza.
Armamento nuclear y potencia
Desde el fin de la Guerra fría se instauró un nuevo orden internacional que trajo consigo la oportunidad de dar apertura a distintos mercados dentro de los distintos entornos globalizados, que, a su vez, abrió paso a amenazas para las naciones tales como: proliferación de armas de destrucción masiva, el terrorismo global, el crimen organizado, la corrupción institucionalizada, entre otros. Desde esta perspectiva, Irán ha creado programas nucleares que tenían como objetivo, la creación de nuevas tecnologías; sin embargo, de un tiempo para acá se han encontrado ciertas irregularidades viéndolas como una amenaza mundial con el acuerdo que se tenía con EE. UU, ya que estaba autorizado a extraer el 5% del material Uranio. Actualmente, hay una central en Fordow a las afueras de Teherán que empezará a obtener Uranio al 60% de este, aunque, es desconocida la razón por la que está accediendo a una cantidad tan alta de Uranio, siendo esta, una de las razones por las cuales Irán se encuentra en constante tensión con Estados Unidos, puesto que, es material usado para la creación de bombas nucleares.
El Uranio es un elemento conocido por tener una gran radioactividad; de esta manera, ha sido uno de los principales elementos de bombas atómicas y de accidentes nucleares, pero, también, puede ser muy peligroso para la salud ya que produce alteraciones en las células humanas. Pablo César Revilla Montoya en su texto “Irán: ¿amenaza nuclear?”, menciona que, “el interés principal de Irán es convertirse en una gran potencia regional y en ese sentido tener una capacidad suficientemente disuasiva como para no ser susceptible a ataques externos”. De esta manera, lo que busca Irán es su propia seguridad y el autoconvencimiento de no ser invadido por Estados Unidos, país que, ha tildado a Irán como parte integrante del eje del mal y por tanto susceptible de ser atacado; así como su posición estratégica con respecto al petróleo genera tensión en el Medio Oriente.
Dictadura e islamismo
Tras el cambio de gobierno en Irán a lo que es denominado el “Estado teocrático”, sistema político en el que sacerdotes o príncipes ejercen el poder político, queriendo verse como una nación democrática, ha sido posible evidenciar, una dictadura basada en el régimen de los Ayatolá, quienes buscan llevar el país por un entorno bajo el cual se tome como centro la ideología religiosa. De esta manera, sin tener políticas y organizaciones claras de su gobierno, han logrado, de diversas formas, detener a quienes se perfilen como líderes en protestas contra sus normas, tomando como principales actores de represión a las fuerzas públicas tales como policía, ejército y servicios secretos, donde criticar el poder del clérigo o hablar con libertad del guía supremo, se concibe como una falta para el pueblo iraní, dando paso a eventos en los cuales se toma acciones por su propia mano.
Entre tanto, es importante resaltar el hecho de que la religión islámica se basa en un código denominado La Sharia, inspirada en el Corán, la cual rige la cotidianidad de los iranís y da gran poder político a líderes religiosos y les permite influir sobre las decisiones públicas, lo cual, hace que se mantenga la represión y se prohíba la libertad de expresión, de esta manera, se mantiene un conflicto interno constante que estalla tras los diferentes movimientos que se convocan para derrocar el régimen, tal es el caso de Mahsa, una joven iraní de 22 años que fue asesinada mientras se encontraba bajo la custodia policial, por ir en contra de una tradición socialmente aceptada al tener su hiyab mal puesto.
Represión social
Los casos de represión social son muy diversos y han tenido un trasfondo desde hace varios años, de tal forma que en la actualidad son el pan de cada día, pues, no sólo afectan a los jóvenes, sino que, también, a niños y adultos, en especial a las mujeres y niñas quienes son tomadas como simples amas de casa, adornos e incluso simples objetos sin valor. Bajo esta perspectiva, es importante dar énfasis a las causas de este tipo de violación de derechos humanos. Según datos de Amnistía Internacional más de 300 personas han muerto por manifestarse, incluidos al menos 41 niños y niñas y, hasta 16 mil han sido detenidas; por otro lado, se ha evidenciado que algunos deportistas han sido amenazados con pena de muerte por estar a favor de la defensa de los DD. HH, asimismo, se han visto casos de envenenamiento a niñas en los colegios por medio de gases tóxicos, con el fin de infundir terror y evitar que sigan accediendo a la educación.
Pero ¿por qué protesta la población? Las principales razones por las que se han tomado las calles son primordialmente los derechos de las mujeres y, asimismo, la exigencia de cambios políticos y sociales en Irán; de esta manera, se ha podido saber que en esta nación hay presos políticos y ejecuciones, sin embargo, el gobierno mantiene que nadie es condenado a muerte por delitos de opinión pública. No obstante, el gobierno ha utilizado la pena de muerte, munición real a corta distancia, gases lacrimógenos, cañones de agua y detenciones masivas como forma para infundir miedo en la población.
En congruencia, con todos los hechos a los cuales se ha sometido la población iraní, ha sido posible dar cuenta de que las relaciones internacionales que tiene Irán con otros países se han visto afectadas desde que sus tendencias políticas han venido oscilando bajo inclinaciones revolucionarias, las cuales, buscan eliminar influencias occidentales no musulmanas. Según Karen Casallas, profesional en relaciones internacionales, “las relaciones internacionales se afectan en el sentido en que se hacen frágiles los vínculos diplomáticos que sostiene con otros países debido a que gran parte de las acciones tomadas por el gobierno iraní sobre su población van en contra de los derechos humanos, especialmente contra las mujeres. Esto, provoca que algunas naciones lleguen a desconocer el estado de Irán, afectando acciones tales como el comercio internacional”.
En este sentido, las afectaciones que trae consigo los conflictos en los que ha estado inmerso Irán van desde lo económico y político, hasta lo social y ambiental, teniendo como principales afectados a niños, jóvenes y adultos. De esta forma, se han podido evidenciar aspectos perjudiciales en el coste de vida con el alza en el precio del petróleo, así como de los alimentos que son importados para el consumo humano, por otra parte, las aflicciones a las que se enfrentan los iranís radican en sus políticas Teo centristas y radicalistas, sin dejar de lado los problemas respiratorios que acarrea la crisis medioambiental con el cambio climático y, por último, pero no menos importante, la salud física y mental de cada ciudadano que implora a gritos una mejora del hoy para las generaciones del mañana.