Luego de comenzar una nueva reactivación económica tras la pandemia, aún no se había recuperado la economía y la guerra e inflación dispararon la crisis a nivel global.
El Fondo Monetario Internacional se refirió que la guerra entre Ucrania y Rusia son: “ondas sísmicas que emanan del epicentro de un terremoto” Pierre-Olivier Gourinchas, Consejero Económico y Director de Estudios del FMI, hace alusión a que, aunque la guerra llegue a un consenso la economía del mundo entero verá reflejado los resultados de esta guerra.
Para el presente año, FMI espera que la economía mundial crezca un 3,6 por ciento, ya que las cifras que han sido entregadas hasta le momento no cumplen con el objetivo que se plantearon a inicio de este año 2022, por lo contrario han bajado y se estima que podrían seguir disminuyendo.
Otros factores que a parte de la guerra han influido en las cifras del crecimiento económico son los confinamientos que aún se viven en diversas ciudades y la alta inflación que se está presentando en gran parte del mundo, especialmente en China.
Sin embargo, el Fondo Monetario advirtió: “el crecimiento se podría desacelerar aún más o la inflación podría superar nuestras expectativas” haciendo referencia a que sus expectativas y proyecciones pueden ser inciertas y hasta el tiempo de recuperación de la economía pueda ser mucho mayor al previsto.
También refieren que: “Las economías de mercados emergentes corren aún más peligro que las economías avanzadas por dos motivos. Primero, sus perspectivas de crecimiento son menos alentadoras que antes de la pandemia en comparación con las economías avanzadas, y los gobiernos no tienen tanto poder de maniobra fiscal para apuntalar la economía. Segundo, los costos de financiamiento externo han aumentado en términos generales, así que los gobiernos tienen que pagar más por el crédito”.