Investigaciones realizadas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, demuestran que la inteligencia artificial ha evolucionado, al punto de automatizar los sectores laborales de baja capacitación, pero también ha aumentado la desigualdad y vulnerabilidad de los trabajadores, sin embargo, en algunos trabajos más complejos, esto suele funcionar como una herramienta que mejora tanto la productividad como la creatividad en diferentes campos.
Cuando la aplicación de la inteligencia artificial es correcta, las empresas y sus empleados utilizan esta herramienta como punto de apoyo para la perfección de su producción, “la inteligencia artificial se implementó para mejorar y acortar el tiempo de las piezas de imagen y audio, sin afectar ningún puesto en la empresa, teniendo en cuenta que no cuenta con el 100% de efectividad, cometiendo errores en las formas o piezas del producto”, afirma Ángel Pelosa trabajador de Pangea Digital Marketing.
Gracias a la inteligencia artificial se han hecho saltos importantes en el desarrollo de los últimos años; por ejemplo, el programa de Alpha Fold, se ganó el premio Nobel de Medicina, el cual a través de esta tecnología fue capaz de entender estructuras moleculares. En el sector financiero se proyecta a que va aumentar en más de un 30% las economías, asegura Paulo Clavijo, profesional en inteligencia artificial.
En contra parte, la evolución de esta tecnología genera preocupaciones sociales ya que puede generar la automatización de trabajo generando desplazamiento de trabajadores y aumentando la desigualdad económica, de manera que, Clavijo asegura que, “Hay desafíos en el manejo de la ética y regulación de la inteligencia artificial. Para ello ya se han formulado actas desde la Unión Europea, la hoja de ruta de Montevideo o proyectos de ley que se están formulando en los países con el fin de generar marcos éticos y múltiples debates para regular sus alcances y evolución”.
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