Liverpool, quien salió a buscar su histórica remontada frente al Barcelona, logró el cometido de ganar (4-3) en el global. Con un partido de fantasía que, sin sus grandes figuras, el equipo copero de Inglaterra demostró que tiene solidez y eficacia en los mementos decisivos.
El partido comenzó con una alta tensión, pues el equipo inglés no dejaba de forzar para marcar su primer tanto.
La presión del equipo rojo originó un error en la salida de Jordi Alba (Barcelona), esto produjo que el balón le llegara a Mané, quien de primera intensión se la tocó a Jordan Henderson, quien llegó al área, remato y tapó el portero Ter Stegen, quien dio un rebote para que apareciera Divock Origi y empujara el balón con el descuento que mostraría el camino de Liverpool.
El segundo tanto fue producto de un pase de Rakitíc a Jordi Alba y este último resultó interceptado por Alexander Arnold, (Liverpool) entonces, desequilibró el sector protegido por Alba, realizó un centro, no llegó ningún jugador del Barca y ágilmente remató con gol Georginio Wijnaldum, para el segundo tanto de los rojos.
La tercera anotación se dio pasado el minuto 56, nuevamente Georginio Wijnaldum concretó completando así su doblete. El jugador superó a toda la defensa del Barcelona y con su frente marcó el tercero del Liverpool, así se igualó la serie en las semifinales de la Champions.
El cuarto y último gol (que sentenció el partido para los catalanes) llegó producto de un tiro de esquina. Los jugadores del Barcelona distraídos y de espaldas al balón perdieron de vista el saque rápido y en el centro del área, Wijnaldum remató solo a la puerta. Con este gol resolvió la clasificación a finales y marco su Hat-Trick.