El maestro Julio César Arévalo tiene 62 años, desde que era pequeño le ha apasionado la música. Es un músico nato, nunca tuvo estudios en esta área y todo lo que ha aprendido es por su habilidad y destreza. El primer instrumento que aprendió a tocar fue la marimba asus 10 años, luego a través del tiempo; gracias a la música colombiana que escuchaba en Radio Santafé, tuvo gran interés por los instrumentos de viento. Cuando tenía 15 años, por medio de sus ahorros, logró comprar su primera Quena, un instrumento de viento típico del folclor andino del que se enamoró y quiso perfeccionar.
Años después, el maestro Julio César formó parte de un grupo de música andina llamado Saqsawaman, que era conocido a nivel nacional e internacional. Un día el compositor Jorge Villamil los buscó para compartir escenario con los maestros Manuel Bernal, Gentil Montaña, Llano Gonzalez, los hermanos Martínez, entre otros. Julio César comenta que el maestro Jaime Martínez fue la persona que lo indujo a montar a la perfección la música colombiana en Quena, él me dijo: “en ese instrumento no va a ser fácil, tienes que trabajar mucho para poder tocar música colombiana”. La primera página que pude tocar de manera impecable fue un pasillo llamado inspiración”, afirma.
Luego de esta experiencia mandó a construir en madera su propia Quena con el artesano peruano Froilán Sentí, esta fue adecuada para tocar música colombiana en la medida 440 (sonido que produce una vibración estándar para afinar la altura de la música) para poder tocar bemoles, sostenidos y semitonos con una tesitura más limpia y delicada para el oído. Según el maestro Julio César hizo esto es porque “la música andina tiene la tonalidad exacta. No requiere de semitonos, bemoles o sostenidos como la música colombiana (…) la Quena es un instrumento insuficiente para poder interpretar cualquier tema colombiano, ya que tiene las siete notas precisas”.
Para él, la música colombiana es muy completa y compleja. “Para tocar un simple pasillo debemos pasar por lo menos por cuatro semitonos, dos bemoles y dos sostenidos entre nota y nota”, comenta el Maestro. Un ejemplo sencillo para entender esto, es en el piano, puesto que las teclas blancas, al tocarse, interpretan tonos completos y las teclas negras se convierten en un sostenido cuando van después de un tono completo (una tecla blanca) o un bemol si van antes de esta. El maestro Julio César Arévalo ha perfeccionado la interpretación de la música colombiana con su Quena a través de los años. Con cariño nos interpretó para UNIMINUTO Radio una fusión realizada por él: