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Nos están matando en Colombia

Según la normativa, las EPS están obligadas a pagar el 80% de lo facturado en el mes anterior. Sin embargo, esta obligación no se está cumpliendo, lo que ha generado retrasos en los pagos a proveedores y en los salarios del personal, agravando aún más la crisis hospitalaria.

Por: Daniel Felipe Otálvaro Ramírez

La salud de millones de colombianos enfrenta una crisis que se asemeja más a un carrusel fúnebre que a un sistema de bienestar. Según el último informe de la ADRES, en 2024 se administraron $95 billones, destinados íntegramente a las EPS e IPS del país para garantizar los servicios y tecnologías en salud de los afiliados al sistema. Sin embargo, los hospitales y clínicas están al borde del colapso debido a que las deudas de las EPS no han sido saldadas y, por el contrario, siguen incrementándose día a día, lo que dificulta la prestación de una atención adecuada. Esta situación ha tenido un impacto directo en los usuarios, quienes se ven obligados a esperar indefinidamente por una atención que, en teoría, debería estar garantizada como un derecho fundamental, pero que hoy se encuentra gravemente vulnerado.

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En el Valle del Cauca, la deuda de las EPS con la red pública de hospitales asciende a 1.2 billones de pesos, una cifra alarmante que impacta directamente en la atención en salud. Esta crisis ha llevado a varios centros asistenciales del departamento a reducir su capacidad operativa, dejando el área de urgencias como la única puerta de acceso al sistema. La incertidumbre sigue creciendo mientras los usuarios enfrentan una atención precaria o, en muchos casos, inexistente.

Según la normativa, las EPS están obligadas a pagar el 80% de lo facturado en el mes anterior. Sin embargo, esta obligación no se está cumpliendo, lo que ha generado retrasos en los pagos a proveedores y en los salarios del personal, agravando aún más la crisis hospitalaria. Mientras tanto, las quejas de los usuarios siguen en aumento. Según la Secretaría Distrital de Salud de Cali, Emssanar fue la EPS con mayor número de quejas en 2024. La Oficina de la Defensoría del Paciente recibió 5.611 requerimientos, de los cuales 2.759 estuvieron relacionados con la programación de citas, 681 con la autorización de procedimientos, 573 con la entrega de medicamentos y 447 con la programación de procedimientos médicos. A nivel nacional, al cierre del año pasado se registraron más de 250.000 tutelas relacionadas con el derecho a la salud, lo que llevó a la Corte Suprema a emitir un llamado de atención que, hasta la fecha, no ha generado un impacto significativo.

Antes de hablar de las demoras y trabas en la entrega de los medicamentos, es importante señalar el panorama nacional: clínicas y hospitales enfrentan una deuda que supera los 18,5 billones de pesos. Como consecuencia, más de 1.200 centros han cerrado sus puertas, y muchos otros solo operan con servicios de urgencias, dejando a millones de colombianos sin atención adecuada. SOS nos están matando.

Otro calvario lo enfrentan miles de personas cada día al acudir a las farmacias en busca de sus medicamentos, solo para encontrarse con más dificultades que agravan la ya crítica situación de la salud en Colombia: el desabastecimiento. Las alarmas se han encendido recientemente por los informes sobre la falta de medicamentos esenciales para tratar enfermedades crónicas como diabetes, cáncer y trastornos mentales, entre otras. Esta situación pone en grave riesgo la continuidad de los tratamientos, comprometiendo no solo la salud, sino también la vida de los pacientes.

El Gobierno Nacional debe replantear urgentemente el sistema de salud. Los recursos económicos asignados deben traducirse en una atención de calidad, donde los usuarios no vean sus vidas en peligro mientras esperan citas o autorizaciones. Asimismo, ningún ciudadano debería verse obligado a comprometer su economía, ni la de su familia, para cubrir el costo de los medicamentos que deberían estar garantizados. La salud de millones de colombianos sigue estando en riesgo, y es imperativo tomar acciones concretas para revertir esta situación.

Adenda: Hace tres años estoy en la lista de espera para una cita con un especialista de la EPS Sura.

| Nota del editor *

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