Por: Nicoll Gabriela Beltrán Díaz.
El Coronavirus ha sido el tema más hablado en el mundo en lo que llevamos de año, epidemia que según las autoridades de salud de Wuha China, comenzó entre el 12 al 29 de diciembre de 2019.
Desde el principio han intentado vendernos el cuento con el que nos dibujan a los murciélagos como los villanos, los portadores del virus; no sería de extrañar que sea esta la causa, pues no es un secreto que el uso que le dan a la fauna silvestre en China, expone a las personas a patógenos que pueden ser malignos para el humano, pero, ¿y si solo está siendo utilizada esta teoría como cortina de humo para no pensar en que fue un posible experimento pensado por el hombre que se salió de control? Pues aún nadie nos podría dar garantía de que no sea un virus pensado y provocado por un Estado con el fin de generar negocios y posibles estrategias que lograrían minimizar la sobrepoblación, finalmente vivimos entre mentiras.
Hablemos de Colombia, si apareciera el primer caso de coronavirus en nuestro país muy posiblemente no nos lo cuenten de inmediato, pues aquí en donde los temas de importancia se vuelven un meme, motivo de burla y morbo, cuando tenemos de frente problemas reales colapsamos de inmediato.
Por otra parte, no sería algo inusual, viven ocultándonos cosas y mas con un Estado consciente de la baja calidad (por no decir que pésima) del sistema de salud con el que contamos. Es un país que no está preparado para asumir semejante descontrol, ni mucho menos ser capaz de construir un hospital en 10 días como lo hizo China, tan siquiera pensarlo, es como inyectarse grandes dosis de utopía.
Muchos somos conscientes de que la cruda realidad sería negligencia total, pues es esto lo que se ve a diario en las salas de espera de los hospitales y centros médicos, por lo tanto, no sería diferente con un virus para el que ni siquiera se conoce cura.
Las cifras de muerte a causa de este virus, que parece un demonio invadiendo los cuerpos de los contagiados, seguirán aumentando por un buen tiempo, mientras muchos otros solo seguiremos esperando no ser un número más de esas estadísticas.