La tensión ha estado en aumento en Brasil durante las últimas horas, luego de que miles de simpatizantes del expresidente brasilero Jair Bolsonaro, salieran a las calles de Brasilia para protestar contra el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. La situación llegó a un punto crítico este domingo 8 de enero, cuando un grupo de manifestantes irrumpió en el Parlamento brasileño y tomó el control del edificio.
Los manifestantes, que estaban en su mayoría en contra del resultado las elecciones presidenciales de octubre de 2022, lograron entrar en el Parlamento después de romper las barreras de seguridad y enfrentarse a la policía. Una vez dentro, se apoderaron del hemiciclo y comenzaron a gritar consignas, a vandalizar el recinto y a exigir la renuncia del presidente.
El gobierno ha condenado la toma del Parlamento y ha llamado a la calma. El presidente Lula da Silva ha dicho que no renunciará y ha llamado a sus seguidores a respaldarlo. Sin embargo, muchos creen que la situación podría escalar aún más y que es posible que veamos más protestas y disturbios en las próximas semanas.
Es importante destacar que esta no es la primera vez que el Parlamento brasileño es tomado por manifestantes. En 2017, otros grupos también han tomado el control del edificio para protestar contra el gobierno, en aquella oportunidad contra el mandatario Michel Temer, quien fue acusado de corrupción. Sin embargo, esta vez la situación se presenta luego de una semana de posesionarse en la presidencia el mandatario Lula da Silva.
La policía y las fuerzas del orden lograron dispersar a los manifestantes, se registraron más de ciento cincuenta personas capturadas, sin embargo, se teme que pueda haber manifestaciones aún más intensas en el futuro cercano.
Múltiples personalidades y jefes de Estado han manifestado su apoyo hacia el presidente Lula da Silva y al pueblo brasilero.