Por: Germán Andrés Vargas Castelblanco.

Ella reportó el caos en los hospitales que tenían ocupación total, también cubrió otros hechos como la detención de periodistas y el acontecer de los crematorios, estos reportajes eran producidos mientras que medios estatales como la China Central Television CCTV, afirmaban que la pandemia estaba bajo control.
El gobierno chino, en cabeza de Xi Jinping, es conocido por tener un control estricto sobre la prensa, también por no permitir ni críticas a sus acciones ni contradicciones a sus declaraciones oficiales, por lo que no dudan en silenciar a quienes no están de acuerdo con ellos.
La periodista de 37 años desapareció el 14 de mayo de 2020, según lo registrado por la red de defensores de Derechos Humanos de China, tiempo después se supo que ella fue encarcelada en Shangai y no se le formularon cargos hasta noviembre.

Antes de la formulación de cargos, Zhang Zhan había sido torturada mientras permanecia esposada las 24 horas del día, además, ella se declaró en huelga de hambre en junio del año pasado, pero Zhang no duró mucho sin alimentarse porque le proporcionaron comida a la fuerza por medio de un tubo de alimentación, ella permanece esposada para que no pueda quitárselo.
Su abogado Ren Quanniu afirma que ella ha presentado problemas de salud debido a la inflamación causada por la implantación forzada del tubo de alimentación.
A la periodista se le acusó de provocar problemas y disturbios por lo que el 28 de diciembre del año pasado, un tribunal de Shanghai la condenó a cuatro años de prisión, este cargo lo usa el gobierno chino para encarcelar a sus críticos.
Por supuesto que este hecho generó reacciones en la comunidad nacional e internacional, la Unión Europea y la embajada de Inglaterra en Beijing se pronunciaron para pedir su liberación, ambas entidades también expresaron su preocupación sobre la poca libertad de expresión en la nación más poblada del mundo, falta ver qué pasará con otros ciudadanos detenidos por reportar el caos generado en Wuhan por el COVID-19.